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Mientras escribo estas lneas, el putting green de Bethpage est anegado. Jarrea y slo hay una parcela de un metro cuadrado que no est encharcado. A la gente que trabaja en el campo le queda un duro trabajo por delante.

Se vea venir. En cuanto puse la tele a las 10:00 de la maana y vi cmo estaban pasando los rodillos en el green del hoyo 2 al paso del partido de Tiger le dije a Alicia, mi mujer y la futura madre de Gonzalo: “Esto en tres minutos lo paran”. Y en tres minutos son la bocina. Antes me haba dado tiempo, desde las 7:30 de la maana que llevaba despierto, a pasar de yardas a metros las distancias del libro de medidas, una cosa engorrosa pero necesaria, y a cansarme de estar en la habitacin del hotel, ese ‘maravilloso’ habitculo que como ya les cont no tiene ventana al exterior.

Aunque sala tarde y saba que se retrasara an ms, a las 10:30 decid ir al campo. En el player lounge, donde no caba nadie ms, me encontr con Quirs, al que tampoco le dio tiempo a jugar, y a Lara, que estaba contento de cmo estaba aguantando. El doble bogey del inicio fue porque se le qued la pelota como un huevo frito en el bunker, pero luego aguant con estoicidad.

Como estaba as el comedor, decid aprovechar a hacer rpidamente unas compras y all fue donde recib el mensaje de mi ‘caddie’: A qu hora maana? La jornada se haba suspendido.

Ahora nos quedan tres das, como mnimo, intenssimos, con doble jornada, 36 hoyos, el domingo. A m me dara igual quedarme hasta el lunes o el martes, sera buena seal de que lo estoy haciendo bien. Casualmente dos de los torneos que he ganado, Italia y el British Masters, tuvieron tambin parones por la lluvia y la niebla. Estoy bien y centrado en el torneo.

Tan centrado estoy en el torneo, que el otro da yendo a cenar, dej el coche de cortesa que nos han dejado en marcha toda la cena y no me di ni cuenta…