MARCA.com 6517

Dentro de un mes, el prximo 13 de septiembre, comenzar en La Rochelle (Francia) la Transat 6,50, una regata de referencia para quienes comienzan en el mundo de la vela ocenica y escuela obligada para aquellos que quieren dedicar su vida a la forma ms dura de navegacin.

Los participantes, que navegan en solitario, cruzarn el Atlntico en dos etapas: la primera entre La Rochelle (Francia) y Funchal (Madeira) y la segunda entre Funchal y Salvador de Baha (Brasil). El reto es cruzar el ocano siendo, adems, autosuficiente. No hay un compaero que te ayude, que haga guardias mientras durmes o descansas, nadie con quien consultar cul es la mejor decisin...en definitiva, el tripulante se enfrenta solo al mar.

Ninguna espaola haba participado en esta regata...hasta ahora. Anna Corbellaser la primera en cruzar el Atlntico en solitario. "Es un honor ser la primera, sobre todo si sirve para arrastrar a ms chicas a este tipo de deporte. En las regatas de vela ocenica competimos en igualdad de condiciones que con los hombres", nos comenta.

Dedicada en cuerpo y alma
En octubre de 2008 esta catalana decidi dejar su trabajo como veterinaria para dedicarse en cuerpo y alma a preparar la regata. "No tengo horarios ni fines de semana. Los das de fiesta tambin los dedico a ello, pero lo hago contenta porque estoy disfrutando mucho toda la preparacin".

Lo cierto es que su aficin por navegar le viene de aos atrs. El mar atrap a Anna desde muy pequea. Con tan slo cuatro aos ya navegaba con sus padres y su hermano en el barco familiar, aunque stos nunca imaginaron que aquella nia acabara dedicndose a ello. "Lo que estoy segura es de que mis padres no se imaginaban que la cosa llegara tan lejos", confiesa.

Con el tiempo, el mundo de la vela acab convirtindose en una pasin. Empez con un Optimist (como ella misma dice "un barco pequeito para nios"), sigui con la clase 420 y de ah acab dando el salto a la clase olmpica 470. Tras competir dos aos en ella, se apunt a una regata mtica, la 'Mare Nostrum', una experiencia que como ella misma reconoce le marc mucho. "Lo pasamos mal, rompimos muchas cosas del barco y, sin embargo, tengo recuerdos magnficos de esos das. Fue entonces cuando entr en o con gente que navegaba en la clase Mini 6,50, la base de la vela ocenica", dice. "Descubr un mundo fascinante que engloba muchas disciplinas, y con unos valores humanos que me han enganchado a esta forma de vivir", aade.

Sin tiempo para comerse el coco
Una forma de vivir que puede resultar dura pero en la que ella se encuentra como pez en el agua. "Llevo muy bien la soledad, mejor de lo que nunca imagin. No me siento sola en ningn momento. S que la gente me sigue y eso me hace sentir acompaada aunque est en medio del ocano. El barco es muy exigente fsicamente y mentalmente y no tengo tiempo de comerme el coco".

Lo mejor de este tipo de competicin, segn Anna, es el "espritu mini", "la relacin entre todos los participantes termina siendo como una gran familia, la rivalidad pasa a un segundo plano". Lo peor, "las condiciones en medio del ocano a veces son duras, no hay agua corriente, vter ni cocina. Nos apaamos con un cubo, sin ducha y comiendo liofilizados (comida deshidratada, ultraligera y envasada en sobres preparados para vertir en agua). Eso s, reconoce que adems de este tipo de comida necesita algunos "caprichos para mantener la motivacin en momentos difciles, como un poco de jamn, por ejemplo".

Todo un reto, al que se enfrenta esta espaola, pero que afronta con "mucha ilusin y con el objetivo de llegar a Brasil dando el cien por cien de m". Buena suerte, Anna.