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Las palabras de Carlos Queiroz diciendo que convocar a Cristiano Ronaldo para la repesca de Portugal ante Bosnia suponen una provocacin en toda regla. Constituyen una ofensa grave ante la que debe reaccionar, y con contundencia, el Real Madrid. Pero tambin la FIFA.

El club blanco hizo un desembolso econmico sin precedentes este verano para poder tener en sus filas al mejor jugador del mundo. Sin embargo, apenas ha podido contar con su gran estrella en lo que va de temporada. No ha podido porque Cristiano Ronaldo cay lesionado en un partido que seguramente nunca debi disputar: el que enfrentaba a su seleccin con Hungra. De eso, claro est, no tiene ninguna culpa el futbolista, que hace lo que le mandan, sino su seleccionador. Lo que hizo Queiroz entonces fue una irresponsabilidad. Lo que pretende hacer ahora es una temeridad peligrosa que alguien debe evitar a toda costa.

En ningn sitio existe tanta presin por volver a ver a CR9 de corto como en el Real Madrid. Es un hecho que su ausencia se est notando y mucho. Sin embargo, el club blanco ha asumido que el jugador se pierda los dos choques contra el Milan, que no est en el derbi de hoy y que presumiblemente se vaya a perder tambin el Clsico ante el Bara. Si lo ha hecho, es porque la lesin del portugus no es ninguna broma. La prueba ms clara es que el club no ha dudado en buscar la opinin de un especialista independiente ajeno a la entidad —el mejor, segn dicen—, el doctor Van Dijk. Y ste ha corroborado el diagnstico de los mdicos del Real Madrid.

Si Queiroz hace saltar a CR9 al csped ante Bosnia estar poniendo en grave riesgo su integridad fsica. Alguien, la FIFA o quien sea, debe impedir que el portugus juegue lesionado. No se trata de proteger los intereses del Real Madrid. Se trata de la salud del futbolista.