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El Atltico volvi a las andadas. Cuando haba recuperado el cario de su aficin y pareca que las cosas se enderezaban, los de Quique salieron con su cara de Mr. Hyde y pusieron de nuevo en riesgo el ttulo que todos los atlticos se han marcado como objetivo. Visitaba el Caldern un Segunda, el Celta, y tras la remontada ante el Recre y los dos triunfos consecutivos en Valladolid y frente al Sporting, se presentaba como vctima propiciatoria. Pero este Celta juega mucho al ftbol, por lo menos en esta ocasin demostr que ms que el Atltico. Slo le falta el gol, que es lo que marca las diferencias al final y que de eso, aunque hoy no se viera, si suele andar sobrado el Atltico con Agero y Forln.

Desde el primer minuto se vio que al Atltico le tocara sufrir. Perna, que debutaba esta temporada, demostr que est fuera de forma. Abalo le volvi loco desde ese pitido inicial y el lateral le fren con la primera falta. Dos minutos despus se despist en el balance de la zaga y el taconazo de Aspas dej solo a Trashorras por la zona de influencia de Perna. El gallego no fall ante De Gea, confirmando que esa noche iba a ser larga para los colchoneros.

Pese a todo, los locales reaccionaron. Ujfalusi, en un arranque de furia, se plant ante Yoel, pero no acert a batirle. Y en el crner que provoc Tiago marcaba el empate y su primer gol como rojiblanco de cabeza. Ms de uno pensaba que las cosas se arreglaban, pero estaba equivocado. Desde ese momento y hasta el final, los celestes conseguiran dominar el encuentro y quitarle el baln a los atlticos, que apenas llevaron peligro al arco rival.

Quique forz a Forln tras ver que en la primera parte su equipo apenas haba creado peligro. El uruguayo compareci tras el descanso pese a su esguince, aunque no aportara mucho en el intento de obtener un buen resultado para la vuelta. Tampoco aguant mucho el tcnico en el campo a Perna, al que retir cuando Abalo le rompi la cintura por ensima vez. Se le not la inactividad en demasa.

Y mientras el Atltico no reaccionaba, el Celta creca y creca hasta el punto de convertir a De Gea en el hroe del partido. Dos disparos a bocajarro de Aspas y una falta envenenada de Trashorras tuvo que salvar in extremis el joven meta rojiblanco para que el desastre no fuera mayor.

Mucha culpa la tuvo el excelente juego celeste, pero tambin contribuy a ello la cadena de errores de una zaga que parece desquiciada. Perea, que en las horas previa ita que se complica la vida solo, volvi a dar fe de ello con errores impropios de un futbolista de esa categora. Al final los pitidos de la grada hacia ciertos jugadores fueron inevitables. Eso s, el Atltico obtuvo el mejor resultado posible tras ver lo sucedido en el campo. Probablemente la prxima semana en Balados la historia sea muy diferente porque este equipo vive en una continua montaa rusa.