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La voracidad de las universidades americanas para captar a jvenes con talentos parece que no tiene lmite. Si no, nadie se explica cmo la Universidad de Southern California ha reclutado a un nio de 13 aos para su equipo de ftbol americano.

El chico se llama David Sills, y ya habla por su boca su entrenador personal, Steve Clarkson: "Tiene 13 aos y no mide ni 1,80, pero hace cosas dignas de la NFL", dice. El chico es un endeble 'quarterback' que juega en el equipo de su colegio, pero parece que es un fenmeno. Clarckson mont un vdeo que subi a Youtube y se lo recomend a Lane Kiffin, entrenador de USC. No tard mucho en ofrecerle una beca completa y enseguida llegaron a un acuerdo verbal.

Sills, un fenmeno precoz parecido a lo que fue LeBron James en baloncesto, obtiene de esta manera no slo un pasaporte a un futuro profesional en el ftbol americano, sino un premio de muchos kilates: una beca completa, dependiendo de la carrera que curse, puede estar en torno a 300.000 euros.

El eterno debate: es tico?
La decisin, que el chico ha tomado con sus padres, parece fcil de tomar: es un caramelo demasiado importante. Pero para cuando en 2015 Mills tenga edad para ir a la universidad, ya habr sido sometido al escrutinio ms absoluto de los medios y convivir con la presin de ser uno entre un milln por las prisas de USC en hacerse con l antes que sus competidoras.

Adems, el entrenador Kiffin aprovecha un vaco legal para reclutar al jugador: la normativa es muy estricta, hasta el punto que un entrenador universitario no puede siquiera hablar con un jugador hasta los ltimos meses de su cuarto ao de 'high school'. Sin embargo, el reglamento no dice nada de nios que todava no estn en el instituto...

As las cosas, un chico que ser pequeo incluso para su posicin en el campo (no medir ms de 1,95 metros, segn los estudios mdicos que le han hecho) y que no se sabe cmo evolucionar deportiva y mentalmente se encuentra ante los focos del mundo entero por la voracidad universitaria. La NCAA en ocasiones recibe ms presin meditica y seguimiento de aficionados que las ligas profesionales. En cinco aos veremos si David Sills lo ha aguantado todo.