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se cumplen cien aos del primer paso por los pirineos del tour de francia
Alphonse Steins estaba inquieto, el Tour de Francia, esa carrera que en cuyas seis primeras ediciones habra sobrevivido despus de estar al borde de la desaparicin tena que dar un nuevo paso adelante en el objetivo de consolidarse como la prueba por etapas ms grande del mundo.
Inspeccin
Con este objetivo, y tras la primera incursin en montaa de la Grand Boucl por los Vosgos (Baln de Alsacia, 1905) y tocar los Alpes en 1906, el colaborador de Henry Desgranges tuvo la brillante idea de proponer una etapa para la edicin de 1910 que se metiera de lleno en los Pirineos, esa gran cordillera que separa Francia de Espaa, que por entonces apenas estaba explorada y que tendra la misin de convertirse en leyenda de la joven carrera. Como sugerencia propia, fue el propio Steins el encargado de marcharse a inspeccionar las rutas por las que los corredores habran de transitar unos meses despus tras superar las muchas dudas iniciales del patrn del Tour.
El intrpido reportero se adentr en las sinuosas carreteras -o caminos, segn se mire- junto a un chfer. La primavera de 1910 ya tocaba su fin, pero el fro dominaba el paisaje desierto, nevado y desangelado de los Pirineos. Superaron sin mayores problemas las cimas del Peyresourde y el Aspin adentrndose en el salvaje Tourmalet, donde la civilizacin pareca no haber llegado. Con un camino en muy malas condiciones, avanzaron poco a poco en su coche por las rampas del coloso hasta que, a falta de cuatro kilmetros para llegar a la cima del puerto, el conductor dijo basta ante las malas condiciones que presentaba la ruta.
Se fue a comprobar el estado de las rutas y tuvo que coronar el Tourmalet a pie de noche, muerto de fro y con los peligros de un camino inhspito y nevado
Steins podra haberse quedado parado, haber renunciado, haber dejado el Tourmalet como un imposible en esos momentos, pero no, lejos de ello, se arm de valor ante su gran apuesta y decidi caminar en solitario los ltimos cuatro mil metros de ascensin bajo la nieve. Caa la noche y la aventura era peligrosa, pero el reportero de L'Auto le dijo a su acompaante que le esperara al otro lado del puerto, que en unas cuatro horas estaran de nuevo juntos.
Pasaron las horas y el luxemburgus no apareca, ni pasadas cuatro horas, ni cinco, ni seis ni siete, fue a la octava cuando un exhausto Steins apareci entre la frondosa noche pirenaica. Imagnense la imagen del periodista de madrugada caminando sin saber bien su direccin por un camino nevado, en la oscuridad producto de un camino inhspito, a unos dos mil metros de altura, con temperaturas bajo cero, sin nadie a quien llamar en caso de que pasara algo, con la inseguridad que genera un camino entre montaas en el cual te pueden salir animales inesperados.
Eran las tres de la maana y nada haca presagiar lo que el amigo de Desgranges hara a la maana siguiente. "Pasado el Tourmalet. Ruta en buen estado. Perfectamente practicable". Con ese escueto telegrama obviaba las penurias de la noche anterior y meta a los participantes del Tour de 1910 en un serio problema, ya que esas palabras fueron las responsables que, justo hace cien aos, la carrera sa descubriera los Pirineos.
El da que el Tour conoci los Pirineos
En las primeras horas del 21 de julio de 1910, los ciclistas que tomaron la salida para recorrer la distancia, nada ms y nada menos que 326 kilmetros que separaban por esos caminos Luchn y Bayona, todava sonrean y el paisano de Steins, Franois Faber, era el lder -an sin maillot amarillo- con Octave Lapize al acecho.
"Sois unos asesinos! S, unos asesinos!", dijo tras ver a un controlador de la carrera en la subida al Aubisque. Adems, le cogi de las solapas y le escupi
El francs atac de salida y se fue con Garrigou y Lafourcade. Juntos, superaron las primeras grandes cimas pirenaicas de la historia del Tour de Francia, siendo el Lapize el primer hombre que coron en cabeza el Tourmalet, el Aspin y el Peyresourde. Sin embargo, en la ascensin al Aubisque, tanto l como Garrigou se vinieron abajo y Lafourcade pas en cabeza el coloso. Extenuado, roto por el esfuerzo y superado por la dureza de los puertos, Lapize no se pudo contener al ver en la cima del Aubisque a un controlador de la carrera: "Sois unos asesinos! S, unos asesinos!" Inmediatamente se baj de la bicicleta, la apart de mala manera, le cogi de las solapas de la camisa y le escupi.
Tras el descenso, el que finalmente se proclamara ganador de aquella edicin de la ronda sa, se recuper y super al destacado Lafourcade consiguiendo levantar el brazo en la primera gran etapa de alta montaa de la historia de la Grand Boucl y origen de tantas y tantas hazaas que ciclistas y aficionados han vivido desde hace cien aos.
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#1 creative46
30.Jun.2010 | 12:58
Algo esta cambiando en marca. Ya van unos cuantos articulos de ciclismo interesantes y que no tienen la polemica como principal pilar.
#2 zamolle
30.Jun.2010 | 19:37
Buen artculo, s seor.
#3 monofutbolero
30.Jun.2010 | 20:11
#1 creative46 amen! este si es peridismo del que interesa! Esperemos que sigan en esta linea, aunque sea d emomento una de cal y otra de arena ;)
#4 jimy_madridista
01.Jul.2010 | 12:08
enhorabuena marca os lo habeis currao lastima que artculos como este salgan una vez cada tres cuatro meses
En esta noticia ya no se iten nuevos comentarios.
Lapize durante una de las ascensiones del 21 de julio de 1910.
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