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Llus Martnez Sistach, a la sazn arzobispo de la Ciudad Condal, criticaba en su homila del Corpus Christi de junio de 2009 los “dispendios descomunales” que se estaban produciendo en “algunos contratos deportivos”.

Monseor Sistach se refera entonces, sin citarlo expresamente pero era evidente el torpedo en plena lnea de flotacin del madridismo, a la contratacin de Cristiano Ronaldo, que haba venido al Real Madrid, procedente del Manchester United, previo apoquine de 96 kilos.

Perdi Monseor una magnfica oportunidad de callarse. Sobre todo porque en el universo del deporte las cosas extraas, los contratos millonarios, las comisiones bajo cuerda, las trampillas y dems zarandajas estn a la orden del da, son moneda comn y estn extendidas de tal manera que nadie est libre de pecado para tirar la primera piedra.

Que se lo digan ahora a los socios del Bara, una vez cerrada la 'cesin' de Zlatan Ibrahimovic al Milan para esta prxima temporada, con la obligacin de comprarlo por 24 el ao prximo!!!

Pero dado que Monseor no se aguant y solt la diatriba que su corazn cul le peda arremetiendo contra “los decomunales dispendios” (blancos, por supuesto, slo los dispendios merengones, eso s), espero, que esta vez, no haga el borrico tropezando por segunda vez en la misma piedra y sea lo suficiente prudente para mantener su boca cerrada.

Espero, digo, que, en esta ocasin, una vez resuelto el caso Ibrahimovic, est callado en la homila del prximo domingo en la Sagrada Familia. Confo en que Su Eminencia no recuerde el dispendio, el tan descomunal como injustificado dispendio, que su querido Bara ha cometido, por obra e induccin de Pep Guardiola, con Ibrahimovic, un dispendio descomunal que le va a costar a la entidad blaugrana la friolera de unos 75 kilos. El coste del sueco para el Bara se acerc a los 90 kilos de Ronaldo, entre pagos directos al Inter (45 kilos), su salario neto anual (12 millones de euros), la venta infravalorada de Samuel Eto’o (25 kilitos), cesiones como las de Cceres y Hleb con asuncin de salarios. Pero es que adems estn, perdn por la insistencia, el “dispendio descomunal” por Chigrinski, o los de Henrique y Keirrison (22 kilitos).

Espero, digo, que esta vez Monseor est callado. O tal vez s, Monseor, tal vez fuera mejor que en esta oportunidad tambin usted levantara su pastoril voz para apacentar a sus cristianas almas blaugranas y les dijera que “dispendio por dispendio”, se mire por donde se mire, el cometido con Zlatan ha sido infinitamente ms “descomunal” que el del cristiano Cristiano. Amn.

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