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El deporte es lo que tiene. Cuando no se alcanzan los xitos previstos, el sabor de la derrota se paladea durante meses. Si, adems, menos de 48 horas despus de una colisin contra una brutal realidad (cuyo origen son las manos de Teodosic) se disputa un encuentro que te recuerda que ests donde nunca lo hubieras deseado, la agona se hace an ms insufrible.

Se preocupaba Scariolo por si no hallaba la forma de motivar a sus jugadores tras la eliminacin ante Serbia. Por lo visto durante la mayor parte del primer tiempo del choque frente a Eslovenia, esa inquietud estaba totalmente justificada. Las afligidas caras de los espaoles mientras escuchaban el himno nacional suponan un anticipo agorero donde los haya. En los altavoces del Sinan Erdem retumbaba una msica destinada, y ellos lo saban mejor que nadie, a sonar el prximo domingo.

Con la resaca a cuestas
Lakovic, Dragic y Brezec se encargaron de hacer ver a sus rivales que el choque demandaba una nica virtud: intensidad. Pero Espaa no capt el mensaje. La falta de tensin defensiva y la superioridad de los eslovenos en el rebote hurgaron ms en la condena del todava campen del mundo. Dos cuestiones que han lastrado sus posibilidades de revalidar el ttulo durante estas dos semanas.

Un parcial de 5-12 de salida, ampliado a un 16-23 fue el resultado de la diferencia de nimos. Slo Rudy fue capaz de igualar prestaciones y gracias al mallorqun el primer cuarto se cerr con una desventaja exigua para lo demostrando en ambos lados (20-23).

En el segundo acto apareci Fran y lo hizo, como viene siendo habitual, bajo la firma del acierto y la entrega. Suyas fueron las mejores acciones en esos instantes, tanto atrs como en ataque, corroborando lo que slo unos pocos parecen obviar: que el nivel que ha exhibido en los ltimos choques le haca merecedor de ms protagonismo.

Buenos minutos tambin de Mumbr, que choc con un Udrih en vena (7 puntos en ese periodo). Un 31-38 rozando el descanso hizo saltar de nuevo la alarma de la desidia, que se apag con el estirn final que culmin Marc en el ltimo segundo para situar el 38-41 con el que se lleg al descanso.

Esperando a Ricky
La segunda mitad se inici garantizando igualdad hasta el final del envite (luego promesa incumplida, al fin y al cabo). Navarro (slo 3 puntos hasta el momento) aguard su turno en el banquillo, desde donde presenci que Rudy (16 puntos) continuaba ofreciendo las nicas gotas de calidad de Espaa. Fue tiempo para los piques, entre Mumbr y Becirovic y entre el propio Rudy y Lakovic (saldado ste con una tcnica para el de los Blazers). Eslovenia aprovech que el oponente andaba en territorio 'bonus' y se acostumbr a visitar la lnea de tiros libres.

Navarro salt a la pista para igualar el choque a 58, despus de que los de Becirovic hubieran amagado (otra vez sin dar), con el 51-56. La Bomba despleg todo su arsenal: penetraciones habituales en el men, seguridad en los lanzamientos de personal y ocasionales triples letales para firmar 23 puntos que aadir a esos tres que llevaba. Turno tambin para que San Emeterio disfrutara de unos pocos minutos que supo aprovechar con una gran actitud defensiva y seriedad en ataque.

Se lleg al final del tercer periodo con el 64-62 favorable a Espaa, en lo que era su segunda ventaja de la tarde (la primera lleg con un efmero 45-44). En este punto, una pregunta peregrinaba de aficionado en aficionado. Ricky despertar por fin? La respuesta, cogida con los alfileres de la cautela cuando se trata de un gran jugador como el cataln, se saba desde hace tiempo y ni siquiera su retorno a la cancha en el ltimo cuarto cambi una coma. Ha completado un mal torneo, eso es innegable, pero su juventud le propiciar bastantes oportunidades de resarcirse.

Scariolo tuvo que ver algo despistado al base, como refleja el hecho de que Llull asumiera los galones en la direccin. Suyos fueron dos triples que contribuyeron en el despegue definitivo del vigente campen, empeo en el que ya sumaban esfuerzos Navarro y Fran. El gallego magnific cada baln que toc, confirmando que, si no sobrevuelan pjarillos nmadas, hay jugador para rato en la seleccin, un equipo que, acostumbrado a grandes escenarios, ahora acta en pequeas salas. Es un paso atrs que se predice fugaz por razn de incuestionable calidad pero que puede resultar necesario.

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