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Un da se puede ver todo blanco y 72 horas despus caer en la ms absoluta oscuridad. Es el caso de Serbia. Los de Ivkovic probaron de su propia medicina ante Turqua, la misma que recet a Espaa el pasado mircoles. La composicin de la frmula es simple y se suele despachar en pequeas pero letales dosis: una canasta en el ltimo suspiro.

Kerem Tunceri fue el encargado de dispensar la prescripcin. Y no requiri mucho esfuerzo puesto que el paciente, sano hasta el momento, hizo todo lo posible por facilitarle el trabajo. Cuando faltaban cuatro segundos por jugar, Velickovic haba colocado el 82-81 a favor del subcampen de Europa. Tanjevic reuni a los suyos para organizar la reaccin. Turqua le dio el baln a su base, el hombre que haba comandado la remontada local hasta ponerlo un punto arriba (75-76).

Y Tunceri no fall. Esper a encontrar un espacio en la defensa serbia que se antojaba imposible, dado el poco tiempo por jugar y el grado de concentracin necesario que siempre se le espera al equipo que guarda el resultado. En este caso, la lgica se ausent. El ex madridista lleg hasta el aro con una facilidad pasmosa, como si su rival no creyese en que intentara penetrar. Pero lo hizo. Nadie sali a su encuentro y elev a todo un pas al delirio.

Aunque restaban 0'5 segundos por jugar, los turcos ya andaban sumidos en celebraciones. Hubieron de interrumpirlas un minuto. La solucin de Ivkovic fue mandar el baln a Velickovic debajo del aro para que palmease el saque de banda desde el centro del campo. El anfitrin tambin accedi a que esa jugada se llevara a cabo, debido a un desajuste total en el marcaje. Lleg a lanzar aunque Erden apareci para taponar la remota esperanza serbia.

Dominio de principio a... casi fin
0-2. Esa fue la nica ventaja de Turqua hasta el ltimo periodo. Desde el primer minuto, Teodosic asumi mando en plaza y desplaz a los bases rivales en el control del partido. Tepic se aprovech de tenerlo a su lado y conect dos triples en los compases iniciales. A los anfitriones les cost ubicarse en la pista. Ilyasova avanz que no era su da y el equipo lo not. Slo Turkoglu (9 puntos en ese cuarto) encontraba el camino el aro. A pesar de su evidente superioridad, los 'plavi' slo comandaban el marcador por tres puntos (20-17).

El segundo acto nos dej un intercambio de zonas como variantes tcticas, del que Serbia sali vencedora. Keselj y Savanovic (autor de un recital anotador envidiable) volvieron a presumir de mueca saliendo desde el banco. Turqua, mientras tanto, surta de balones a Gonlum, pretendido hroe por accidente. Y, aunque el envite reclamaba protagonismos de mayor envergadura, surgi Arslan para revolucionar el ritmo local. Ni siquiera su acierto exterior sirvi para reducir diferencias, incluso se alcanz el efecto contrario. 42-35 al descanso y la sensacin de que los de Ivkovic merecan ms.

Tras la reanudacin, y a falta de fluidez en el juego, la grada aport su cuota requerida. Sumergidos en el apoyo de su aficin, Turkoglu (con un triple) y Erden (con un dos ms uno) posibilitaron igualar el choque a 46. Momento Teodosic: triple y asistencia genial. Ayuda de Keselj: triple. Resultado: 54-46 y tiempo de Tanjevic. Remedio? De nuevo Arslan (12 puntos) y su contagiosa intensidad para liderar un parcial de 2-9 (56-55). El Sinan Erdem comenzaba a creer.

El exiguo 63-60 que reflejaba el luminoso cuando quedaban 10 minutos resultaba tan injusto, juicio de merecimientos mediante, como peligroso para Serbia. Krstic (15 puntos), con cuatro personales, fue el referente de un equipo que ya no hallaba soluciones en el permetro. Y comenz el recital de silbato. Numerosas personales, teidas la mayora de color blanco desquiciaron a los visitantes. Tanto que con el 75-69 propiciado por Keselj (18 puntos) y Teodosic (13), se seal una antideportiva a Markovic que mengu la diferencia (75-73).

Y ah Tunceri (12 puntos)se posicion bajo los focos. Suyo fue el triple que puso arriba a Turqua (76-76). Era el principio de su carrera al estrellato particular, amenazado con sendos triples de Turkoglu (16 puntos en total) y Teodosic. Keselj reclam tambin su porcin del pastel anotando dos libres con ligereza inusual. Ms tarde, Erden sum un dos ms uno que no lleg a culminar con el adicional (80-81). Despus lleg el turno de Velickovic, en lo que pareca la accin definitiva. Pero lo que por momento se ve blanco, un minuto se revela oscuro. Tunceri ensombreci la momentnea alegra serbia y, como logro mayor, dispar la ilusin de un pas que suea con conquistar el mundo.

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