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El Barcelona sali airoso de su apasionante duelo con el Villarreal gracias a la capacidad de decisin de Leo Messi. El argentino desequilibr el partido con un golazo y dej en un segundo plano la lamentable actuacin de Delgado Ferreiro, que perjudic a los dos equipos. La 'pulga' rompi el partido y puso al conjunto azulgrana lder. Leo volvi a ser Leo.

Como siempre, el argentino aparece en las grandes citas. Porque la de la visita del submarino a la Ciudad Condal lo fue. Dos equipos dispuestos a jugar al ftbol, corriendo riesgos atrs y con infinidad de recursos ofensivos. Amantes del juego combinativo, de la velocidad en la circulacin y sin reticencias a la hora de atacar. En ese intercambio de golpes, Messi hizo besar la lona a su rival.

El argentino pareci sestear durante gran parte del encuentro, especialmente en el primer acto, donde la movilidad de Iniesta, la distribucin de Xavi y la incidencia de Villa sostuvieron el dominio azulgrana. El Villarreal esperaba pero asustaba a la contra. Su rapidez en el desmarque y acertada verticalidad hacan temblar los cimientos de la zaga cul.

An as, la primera ocasin fue para el Bara. Un preciso centro de Alves, que se dej ver menos en ataque que de costumbre, encontr la cabeza de Villa y la gran respuesta de Diego Lpez. En la siguiente, el 'Guaje' no perdon. Sorte con habilidad la entrada de Marchena y defini en el mano a mano con el meta amarillo.

Nilmar sale al rescate
En pleno estado de shock, el Villarreal pudo despedirse del partido de no ser por Delgado Ferreiro. Comenz su recital el colegiado al cortar una jugada en la que Messi y Pedro se quedaban ante Diego Lpez por un inexistente fuera de juego del argentino. Era el primer error de muchos. El nico lunar a un partido con un aspecto escandaloso, impactante.

As fue el gol de Nilmar. Un grcil y decisivo caracoleo del brasileo dej sentado a Puyol. A Valds, el crack del Villarreal le super con un delicioso y suave golpeo picado. El partido volva a empezar.Llegaron entonces las primeras dudas del Bara. Creci el mediocampo amarillo y la libertad de Cazorla unida a la electricidad de la pareja atacante (Rossi-Nilmar) mantuvo en vilo al Camp Nou.

Hasta que a Messi le dio por aparecer. Una falta rpida sacada por Xavi fue la primera pincelada de una obra de arte. Una doble pared entre Messi y Pedro en pocos metros y la esttica definicin de la 'pulga' marcaron la diferencia.

Tambin lo hizo Delgado Ferreiro, una vez ms. Perdon la roja a Maxwell y obvi un posible fuera de juego de Messi en el tercer tanto, a seis minutos del final.

La actuacin del trencilla empa una brillante victoria de los de Guardiola, que lograron maniatar a un rival valiente, peligroso y con un potencial suficiente como para discutir la Liga bipolar. El Bara, de momento, quiere que sea un monlogo.

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