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Vaya por delante que Matthew McConaughey no se encuentra, ni de lejos, entre mis actores preferidos, pero protagoniza una escena que nos viene que ni pintada para ejemplificar lo que tratar ms adelante de explicar.

En la pelcula 'Tiempo de matar' (A Time to Kill), el bueno de Matthew da vida a un abogado sureo (Jake Brigance) que defiende a Carl Lee, un hombre negro (interpretado por Samuel L. Jackson) que ha matado en pleno juicio a los violadores de su hija de diez aos.

Durante el alegato final en defensa de Lee, Jake Brigance relata las atrocidades cometidas por los dos violadores, que adems se ensaan con su vctima por motivos racistas. Al final, la abandonan dndola por muerta, aunque por fortuna la chiquilla logra sobrevivir.

Jake, consciente de que se enfrenta a un jurado popular mediatizado por sus prejuicios racistas (la historia transcurre en el estado de Misisipi) y que la sentencia condenatoria es casi un hecho, decide jugrselo todo a una carta y acaba su alegato con una frase que rompe los esquemas a los presentes en la sala. "Imagnense ahora que esa nia es blanca". Durante unos instantes, Tonya, la nia salvajemente violada, se convierte en una querubina blanca. Al final, Lee es absuelto. La pelcula, por cierto, est basada en una novela de John Grisham.

Vaya tostn que les he soltado, pero no he encontrado mejor prembulo para mi alegato, entre otras cosas porque la historia referida tiene una fcil traslacin al mundo del ftbol.

Y es que el color de las camisetas, en muchos casos, pesa ms que el de la piel, entre otras cosas porque ste se puede atemperar (vean si no al aorado Michael Jackson) mientras que el de las primeras se curte a fuego durante una vida entera.

As pasa que muchos aficionados (y periodistas) son incapaces de medir por el mismo rasero a los diferentes personajes del circo meditico futbolstico y reparten estopa y parabienes dependiendo del color de la camiseta del enjuiciado, con independencia de sus hechos o palabras.

Y puestos a pensar -sano ejercicio-, digo yo que tal jugador, tal entrenador o tal presidente habr metido alguna vez la pata, no? Que es imposible que alguien acierte siempre y otro la pifie hasta cuando elige la marca del caf.

Digo yo que entre el blanco y el negro hay toda una gama de colores y matices y que lo que a uno le puede parecer un insulto o una provocacin a otro le parecer una salida de tono y a un tercero, una simple ocurrencia.

Pero mal vamos cuando tras un complejo ejercicio de transmutacin, vestimos de infalibilidad papal a un determinado personaje, sea el que sea y pertenezca al equipo que ustedes quieran. Cuando creemos a pies juntillas todo lo que diga este sujeto por el simple hecho de lucir o defender la camiseta de nuestros amores.

As que les invito -yo lo intento hacer con frecuencia- a cambiarle la camiseta a los protagonistas de una historia para ver si as se altera su perspectiva de la misma. Quizs descubran que no hay tantos santos y diablos en nuestro ftbol, que son slo personas con sus grandezas y miserias.

Anden, prueben: "Y si fulanito fuera el entrenador del...", "y si menganito jugase en el...". Todo es ponerse.