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El vampiro che se qued en murcilago. El Valencia no le chup la sangre al Villarreal por circunstancias del ftbol, en el que no siempre gana el que se lo merece. Los de Emery tuvieron ocasiones de todos los colores, no para tomar ventaja en la eliminatoria, sino para encarrilarla o incluso dejarla vista para sentencia. El marcador no se movi en Mestalla y el juez que resolver el caso decidir en El Madrigal, escenario del partido de vuelta ya el ao que viene.

Emery teji una telaraa criticada ante del pitido inicial. Como hizo en Villarreal en la cita liguera, el tcnico che se guard las espaldas con tres centrales y dos carrileros. Albelda y Maduro eran los dos mediocentros. No haca falta decir nada ms. Los de Garrido no se lo esperaban y se quedaron sin capacidad de improvisacin. El Villarreal fue capturado en la telaraa y todo lo que pas en Mestalla fue porque quiso el Valencia, al que slo le falto el gol, los goles, que se mereci.

El Villarreal no pareci el Villarreal y eso fue mrito de Emery y de su equipo, que junt mucha gente en el centro del campo y adelant a sus tres centrales, bajando las persianas de Nilmar y Rossi, desaparecidos. La situacin favoreci las apariciones de los laterales de largo recorrido Miguel y Mathieu, que fueron un arma por los costados. El Valencia encontr una mina donde no pensaba encontrarla.

Albelda fue una escoba y Maduro se permiti lujos hasta alzando la voz con el baln. Pablo y Mata aparecieron por el rea hasta lmites insospechados. Acertar en el remate fue otra historia. Gonzalo se elev al cuadrado y Juan Carlos, hoy titular por la suplencia de Diego Lpez, par hasta cuando no era necesario, en remates invalidados por posiciones ilegales.

A la carga
El descanso fue un respiro para el Villarreal, respiro que dur 15 minutos, el tiempo para recapacitar al lado de la ducha. La segunda mitad exager el acoso che, que no se cans de intentarlo hasta el final. Al Valencia le salieron enemigos hasta de debajo de las piedras. El palo se ali con Juan Carlos en una volea de Mata, que fall un gol que se cant en Mestalla, como un cabezazo de Ricardo Costa con las puertas abiertas de par en par.

El asedio fue constante y el Villarreal perdi por el camino soldados que defendieron sus posesiones. Senna entr en el descanso para liberar a su equipo. No slo no lo consigui, sino que se march antes de tiempo por lesin. Lo mismo le pas a Mathieu, que se retir ovacionado, cojeando y con la conciencia tranquila.

En el Valencia la portera la defendi Guaita, pero slo hubo noticias de l en un mano a mano que le gan a Nilmar. Fue la excepcin que confirm la regla. En el ftbol no siempre gana el mejor. El Valencia lo fue, de largo, contra el Villarreal.

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