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La memoria popular afirma que, en los aos 40, el ftbol era lo nico, junto al cine, que permita a los espaoles olvidarse la preocupacin por el comer y por no decir una palabra ms alta que otra. Sin embargo, tambin los hroes del estadio pasaban por parecidas tribulaciones a las del resto de la poblacin. De ello puede dar fe Manuel Fernndez Fernndez, Paho, que no era un cualquiera, sino internacional y dos veces Pichichi de la Liga, en el Celta y en el Real Madrid.

Paho naci en San Pelayo de Navia, cerca de Vigo, en 1923. Hizo sus primeras armas en el equipo de su localidad natal y en el Arenas de Alcabre, donde evidenci su buen disparo con ambas piernas y, sobre todo, su letal remate de cabeza. Y a fuerza de goles, Paho lleg a las filas del Celta. Corra el ao 1943

En su primer ao no pudo evitar que los vigueses terminasen colistas. Retornaron a Primera una temporada ms tarde, en el partido que le vali para erigirse en dolo. En el Metropolitano de Madrid, Celta y Granada se enfrentaron en la promocin. Ganaron 4-1 y Paho, que en primer tiempo haba marcado dos goles y sufrido una entrada brutal, jug todo el segundo con el peron roto. Con Paho como estrella, secundado por Miguel Muoz y Hermida, el Celta se consolid en Primera. Marc sucesivamente 15 goles (45-46), 17 (46-47) y 20 (47-48), y resista favorablemente la comparacin con artilleros como Csar o Telmo Zarra. Y le lleg la llamada de la seleccin.

Sin disimulo
All fue donde choc con el mundo real. En su debut, ante Suiza, en 1948, el general Zamalloa, dirigente federativo, entr al vestuario a arengar a los jugadores. Su consejo final fue escueto: “Y ya sabis: cojones y espaola”. No era extrao en aquellos aos que un militar fuera dirigente federativo. Hubo muchos ms al frente de nuestro deporte: Querejeta, Agulla, Troncoso…

Y Paho padeca la funesta mana de pensar y la an ms funesta poca habilidad de no saber disimularlo. Se le escap una sonrisa o una risa, segn fuentes y es vox populi que al general Zamalloa no le sent demasiado bien. Jug el partido. Luego, 20 minutos ante Blgica, y no volvi a la seleccin hasta 1955.

No fue al Mundial de Ro, para el que le discuta el ‘9’ a Telmo Zarra. Y quiz an saliera bien librado. Este general Zamalloa, unos meses ms tarde, salt del palco del estadio parisino de Colombes a pegarse con exiliados republicanos durante un Francia-Espaa. En aquel partido era portero suplente el madridista Ban, que es fama que tampoco volvi a ser convocado tras conversar amistosamente con los exiliados, e incluso tomar una de sus banderas entre sus manos.

El rumor, claro, acab saliendo del vestuario y la prensa oficial -prcticamente toda- se aplic a apoyar la no-sancin exhibiendo pblicamente las ‘rarezas’ de Paho: se pregonaba que lea. Y a autores sospechosos, como el pro-republicano Hemingway… Y hasta a rusos!!!... como Tolstoi y Dostoyevsky. As cmo iba a demostrar cojones y espaola?

Andando el tiempo, Paho recordaba que “vea las cosas de forma diferente a mucha gente, pero expresarlo era complicado. Mucha gente lo pas mal por ello. Aquella actitud que tenan los dirigentes del ftbol no era correcta”.

Su nueve para Di Stefano
Aquel 1948 Paho pas al Real Madrid. En el Celta tampoco estaba bien visto porque no se recataba de pedir ser pagado segn sus merecimientos, y cada vez que lo haca se le tildaba de ‘conflictivo’ y ‘antigallego’. Y Santiago Bernabu, que se las saba todas, se lo llev junto a Miguel Muoz. Y con los blancos conquist su segundo Pichichi y fue tambin dolo hasta que en 1953 no lleg a un acuerdo para su renovacin: El Real Madrid nunca renovaba por ms de un ao a los mayores de 30, y Paho consideraba que tena mucho ms ftbol. Se fue y dej el ‘9’ para su sucesor, que fue nada menos que Alfredo di Stefano.

Paho volvi a Galicia, pero no al Celta sino al eterno rival. Con l, Juan Acua, Arsenio Iglesias y, durante un tiempo, un jovencsimo Luis Surez, el Deportivo vivi su etapa ms larga en Primera hasta los tiempos del SuperDepor. Gan por primera vez en Chamartn, y Paho marc los dos goles. Fue jugador-entrenador y -pareca su sino- la directiva acab desautorizndole.

Finalmente, a la por entonces elevada edad para un futbolista de 34 aos, jug su ltima temporada en el Granada, en Segunda. Lograron el ascenso. De su paso por Primera quedaron 210 goles en 278 partidos. En la seleccin, tres en tres choques. “Goc del peor de los amores, el amor propio”, declar en cierta ocasin Paho, frase que puede resumir su carrera profesional.

Tras la retirada, Pahio se convirti en armador de barcos pesqueros junto a su suegro, y residi muchos aos en Pasajes, junto a San Sebastin, siendo asiduo al viejo Atocha. No faltaron equipos que pretendieron que les entrenara, pero su alejamiento del ftbol, salvo como espectador y algunos escarceos con el equipo de sus hijos, fue definitivo.

En la actualidad, a sus 87 aos, Paho reside en Madrid. El pasado ao, en su Navia natal, los veteranos del Celta y del Deportivo inauguraron en su presencia un campo de ftbol que lleva su nombre. Seguramente Paho hubiera merecido ms, pero le tocaron tiempos difciles.

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