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Que cmo lo veo?", inquiere Marc Mrquez (Lrida, 1993), para despus romper a rer. "Bien, bien", sale al paso mientras se tira en cada libre hasta una bandeja de montaditos de jamn. "La vista ya la tengo al 100%, ya veo perfecto", aade, con la mandbula trabajando a destajo. "A las chicas tambin las veo bien", hace chiste y se desternilla. Luego arrecia la seriedad. "Me estoy saltando la dieta", apunta. "Un da es un da", se oye al fondo de la habitacin, justificando su apetito. El nio apura las ltimas migas. Hay que pujar por un campeonato.

"S, no pasa nada, ya he estado todo el invierno currndomelo", se explica Marc, voraz como nunca tras dejar atrs el invierno ms crudo de su vida. "El ms largo", suscribe y recuerda que "despus de la operacin se me haca difcil hasta caminar por la calle". En Jerez, en el box, tambin le recortaron la racin de moto. "Tuvimos que frenarlo, tiene un hambre terrible", confes uno de sus mecnicos, que apostilla que en esos entrenamientos IRTA en los que finalmente s pudo participar, "quera ir a por el mejor tiempo el domingo".

Cinco meses en casa y una operacin de diplopa
Cinco meses de reclusin hogarea con espordicas visitas al Hospital de Barcelona y una intervencin para corregir la diplopa en el ojo daado, han sido demasiadas ataduras como para tratar de sujetarlo ahora. "S que tengo que estar tranquilo, pero ya tena mono de moto", explica Marc, que lleg a ser duda Qatar, donde la iluminacin es artificial. "Estoy feliz de poder ir, de estar bien, an me falta ritmo pero en Losail veremos dnde estamos", advierte el piloto. El ao pasado tuvo ritmo, pero la noche y la primera carrera de su vida en Moto2 lo confundieron. Demasiada hambre.

Tras la indigestin, lleg una cura de sueos, interrumpida con otra pesadilla de cinco meses. Un charco en Sepang. Una cabriola mal parida. Y una disfuncin ptica que sembr los espacios en los medios de comunicacin de misterio. "Es que despus de la operacin se me haca difcil hasta ir por la calle porque vea doble todo. Pero despus fue mejorando mucho", reconoce. Peor lo pas Emilio Alzamora. "A veces lo vea sufrir mucho, lo ha pasado mal", ite su pupilo. Emilio an est perplejo por el nimo de Marc ante una circunstancia que lo poda haber apartado, en un rincn del motociclismo. "Nos ha ayudado a todos, es de otra pasta", cuenta.

"Nunca imagin que podra tener que dejarlo. Surgen ciertas dudas, pero los doctores se encargan de quitrtelas", relata Mrquez, que procur huir de esa pequea crcel adosada en Cervera, eludiendo la reflexin y, por complicacin, la chaladura. "He estado poco metido en casa. He entrenado ms que nunca. As me distraa. Si me encerraba en casa empezaba a pensar cosas", recuerda el piloto que ha podido hacer algunas cosas impropias de su profesin, ms acordes con su edad. "He salido alguna vez de fiesta", dice, con sonrisa de timador. Y matiza, con la misma mueca: "Para ver qu tal vea".

El miedo a no poder volver a subirse a una moto
En los momentos de flaqueza no hubo lgrimas. "No he llegado a llorar pero s tena mucha rabia los primeros das", comenta. En casa, cada maana al levantarse, cumpla una misma rutina. "Me levantaba, miraba a un punto fijo e iba haciendo marcas. Los primeros das fue obsesivo pero luego vi que iba mejorando", recuerda.

De ese anlisis diario y sus visitas al oftalmlogo fue aprendiendo, de manera autodidacta, hasta hacerse casi un oculista profesional. "Me s todos los msculos y los nervios del ojo. Me acuerdo que iba a ver al doctor Mir. l es traumatlogo y me deca: 'Si sabes t mucho ms que yo de esto de la vista". Y da gracias por ser quien es. "Piensas en mucha gente que tiene esta posibilidad pero no tienen recursos. Yo he tenido la suerte de estar en las mejores manos".

Surge una pregunta obligada: Cmo se ve la vida doble? "Bueno, es raro, incmodo, pero cuando ves a una chica doble... Jajajajaja. O un bocata de jamn doble...", bromea, de nuevo, para dar la espalda a los fantasmas. Ya en serio: "Te das cuenta que la vista es algo muy delicado y cuando no ests bien valoras realmente lo importante que es. Al principio me costaba mucho, no poda ni ir en coche".

Las dudas emergieron cuando la vista "se estanc". Ah, los mdicos le aconsejaron operarse. No haba tiempo que perder. "Habamos probado alguna otra cosa", cuenta Marc, que recurre nuevamente a la gracia, "y ya que estaba mucho tiempo en casa, pues alguna colleja de mam". Se re, con borbotones de malicia escapndosele por la boca.

Su encierro en casa tuvo algunas cosas positivas. "Pude pensar y uno de estas situaciones sale ms reforzado, ms maduro", ite. Y recibe palmadas y reprimendas a partes iguales. Y el cario sanguneo. "He podido estar con mi madre, con mi abuela, con mi padre, mi hermano... De vez en cuando tambin viene bien", revela. "Y aunque estaba con la dieta, comer algn da migas, que me gustan mucho", aade con ojos de deseo. "O estar de barbacoa con los del equipo, que venan mucho a verme", y a llevarle alguna que otra pieza nueva que iba llegando. "Me enseaban un escape nuevo, un coln.. Y luego nos bamos de barbacoa. Bueno, de restaurante".

Entrenando de forma clandestina
Y lleg un da en el que haba que pensar en motos. Alcarrs. Alzamora lo meti a hurtadillas por medio del pueblo. Iba a entrenar supermotard, "pero me dijo que si podamos cargar la Moto2". All hizo una pequea prueba, pero suficiente para probar por vez primera en Albacete. "Ese fue el da ms feliz de toda la pretemporada. Ya era un test normal y vi que poda rodar todo el da y que no me molestaba. Ah me puse realmente contento: poda rodar en moto...", narra Mrquez.

En los das previos eran frecuentes las escapadas al garaje. All, donde su padre acumula, celosamente ordenados, todos los cascos y monos desde que su hijo empezara, Marc aprovechaba pequeas visitas clandestinas para probarse. "Tengo una KTM rplica de 125 con la que corr el CEV que me regal Emilio. Bajaba all cada da y me pona el casco, me suba a la moto y haca posturas, pero no es lo mismo que en la pista. Miraba hacia los lados y hacia arriba a ver si poda pilotar", explica.

Nunca se dej vencer por el desnimo. "No me he llegado a imaginar una vida sin motos, sera difcil, es con lo que disfruto ms. Por eso prefera salir en bici, por el campo, a descubrir nuevos caminos y as airearme". Y, quin sabe, quizs imaginarse en su soledad, esta vez s, como campen del mundo.