El mejor partido para el da sealado. Eso hicieron los Lakers para hacerse con la eliminatoria ante los Magic y con ello conquistar su decimoquinto ttulo de campeones. Aguantaron de inicio el mpetu de Orlando y sentenciaron en el segundo cuarto cuando Phil Jackson, que lo vio claro, puso a sus titulares para dar la puntilla de su rival. Un parcial demoledor de 0-16 en el segundo cuarto y siete minutos de extraordinario ritmo y formidable defensa, con Pau otra vez anulando a Dwight Howard, le proporcionaron una ventaja ms que tranquilizadora al descanso (46-56). El resto del partido casi sobr. Fue una dulce espera para los Lakers. Orlando sali con el firme propsito de aplazar la fiesta angelina al menos dos das. Lleg a ganar por 9 puntos (19-10), instantes antes de que Kobe se hiciera dao en un dedo de su mano derecha. Justo a partir de ah, el MVP meti 11 puntos y despert a su equipo, como es habitual. Primero fue Bryant, despus Ariza, un jugador capital para entender el ttulo de los Lakers. El alero de origen dominicano aport once tantos en el segundo periodo y lider un parcial de 0-16 que acab con la poca resistencia que ya por entonces se atisbaba en los Magic.
ATASCO DE ORLANDO
Howard empezaba a tararse por la defensa de Gasol y cometi ms faltas de las habituales. Orlando, que haba metido 40 puntos en 17 minutos, lograba slo 6 ms hasta el descanso. Fall 10 de sus ltimos 12 tiros. Su frgil moral se resquebraj an ms. La idea de Phil Jackson era aguantar otro tirn inicial de Orlando. Y ni siquiera pas eso. No aprovecharon cuatro minutos sin anotar de los Lakers y cuando empezaron a producir, apareci Odom con dos triples para silenciar el Amway, que ya no crea en el milagro. Pau, sin lucir excesivamente en ataque, s destac de nuevo en defensa. Le sac la tercera en ataque a Howard y tambin la quinta en el otro aro. Cuando Supermn se fue al banquillo, el triunfo era cuestin de que acabara el tiempo. Lo saban los Lakers, que se recrearon en el ltimo cuarto. Kobe Bryant alcanz los 30 puntos, una de esas cifras redondas que tanto le gustan, aunque a veces a costa de hacer tiros difciles, por no decir imposibles. El banquillo lo vio todo en pie. Howard, la mayor parte sentado. Ni con magia hubieran podido ganar a estos Lakers, que dejaron para el final de las Finales su mejor versin.