30 de octubre de 1974. En el estadio 20 du Maipara de Kinshasa (Zaire) pelean contra la historia dos pgiles enormes. A un lado del cuadriltero est Muhammad Ali, que con 32 aos busca un golpe de efecto mundial tras tres aos sin licencia para boxear por negarse a servir al ejercito estadounidense en Vietnam. En el otro, un joven y pletrico George Foreman, campen del mundo de los pesos pesados a los 25 aos, con el pblico local en contra tras la campaa de desprestigio urdida por su rival pese a ser negro como l. Durante las seis semanas que dur el aplazamiento de la pelea por un corte en un ojo de Foreman, Ali no dej de soltar golpes dialcticos a un rival contra las cuerdas en el show meditico.
Pas a la posteridad como 'Rumble in the jungle' y para muchos sigue dando que hablar como el mejor combate de la historia del boxeo. De madrugada, bajo un calor sofocante y una humedad tropical, Ali y Foreman intercambiaron golpes hasta el octavo asalto. Fue entonces cuando un derechazo del campen de Louisville convertido al Islam hizo besar la lona al gigante de Texas. Fue el primer KO que encajaba la mandbula de Big George en toda su carrera. Una derrota de las que dejan huella y cargan de plomo los guantes.
Ali fue quien alzo los brazos al cielo de Kinshasa aquella noche, despus de dejar que su rival se desgastase mientras l esperaba su momento para resolver un combate irrepetible. Con los gritos de "Ali bomaye (Ali mtalo)" desde las gradas, en medio de una atmsfera irrespirable, en un escenario irreal creado a ojos de todo el mundo por el aparato propagandstico del dictador Mobutu Sese Seko en uno de sus delirios de grandeza.
La victoria dio un ltimo empujn a la gran carrera de Ali, capaz de derrotar un ao despus a Joe Frazier en Manila, en el ltimo episiodo de una rivalidad que tambin es historia del ring. Contra Foreman nunca jams volvi a pelear, y con los aos ambos entablaron una relacin de amistad dejando a un lado lo que ocurri en la jungla. Para Cassius Clay son la campana hace ahora dos aos, el 3 de junio de 2016. Foreman, desde su esquina, antes de llegar a su ltimo asalto, le dedic unas palabras a modo de homenaje. "Fue un hroe del que estar orgullosos. Espero que aparezca otro gran campen a su altura y tambin alguien como yo que se esfuerce tanto en derrotarle". Porque en Kinshasa, ganaron Ali y el boxeo.