El último precedente europeo entre estos dos equipos, a los que no les separa ni dos horas de coche previo paso por la frontera germano-austríaca, no es demasiado halagüeño para los hoy visitantes.
Es más, tampoco hay que irse demasiado en el tiempo, ya que fue el curso pasado cuando se cruzaron en Champions por última vez. Fue en la fase de grupos y el resultado en el Allianz Arena fue de un contundente 3-1, con goles de Lewandowski, Sané y Coman, por parte bávara, y de Berisha por el lado austríaco.
Eso sí, si tomamos de referencia cómo les fue a ambos equipos en el partido disputado en el Red Bull Arena, podría decirse que las cosas pintan mejor en este ejercicio que en el anterior. No en vano los alemanes les metieron un correctivo: 2-6. Pero fue un resultado engañoso, ya que hasta el minuto 79, que marcó un gol Boateng, el partido iba empatado a dos goles.
De un modo u otro, los austríacos quieren tensar la cuerda hasta el punto de lograr la machada en tierras vecinas ante el todopoderoso Bayern de Múnich, algo que en contadas ocasiones ha podido suceder.
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El 1-1 de la ida no da ventaja a los hoy locales, pero el hecho de disputar la vuelta ante su público, les da ese toque de favoritismo que siempre ayuda en las eliminatorias igualadas.