La goleada sufrida por el Real Madrid en la final de la Supercopa de España debería tener consecuencias en el equipo blanco. Al menos en lo deportivo, donde el eterno enemigo volvió a desnudar (llueve sobre mojado tras el clásico liguero en el Bernabéu, un 0-4 rotundo también) algunas de las carencias de este equipo que precisamente por el batacazo en el último duelo ante el FC Barcelona obligó a Carlo Ancelotti a reinventar su pizarra. Justo cuando parecía que emergían brotes verdes, de nuevo la segadora corta esas esperanzas e invita a la reflexión sobre qué cambiar en sus mecanismos de juego para buscar más solvencia.
Todo para intentar garantizar las opciones de título que tiene un Real Madrid que, repiten en Concha Espina, ha dado tumbos de buena imagen esta temporada, pero en verdad no está tan mal como podría pintar esas sensaciones. Los merengues aún tienen opciones serias de pelear LaLiga, por ejemplo. En las apuestas de Betfair son los favoritos a ganarla con una probabilidad implícita del 58,8%. En Champions persiguen al favorito Liverpool (14% de probabilidades). A esas esperanzas se aferra un equipo acostumbrado a la resurrección.
Movimientos de dominó
La segunda parte del partido contra los culés dan algunas pistas de por dónde podrían ir las ideas del entrenador transalpino. Para buscar (sin éxito) la remontada, el preparador ejecutó algunos movimientos que ya había puesto en marcha en alguna ocasión y que podrían ser herramientas que tener en cuenta para el futuro. El más llamativo, aunque ha sido de los más repetidos, fue la presencia de Fede Valverde en el lateral derecho.
Con la baja de Carvajal y la baja forma de Lucas Vázquez, Fede Valverde es un plan B que ya estrenó Zidane en Champions ante el Liverpool y que este curso Ancelotti ha usado en alguna ocasión, como en el triunfo 0-3 ante el Leganés. "Para mí Carvajal es el mejor lateral derecho del mundo. Lucas Vázquez el segundo y Fede Valverde, el tercero", aseveró el técnico tras aquel partido que en el que el 'Pajarito' también marcó un tanto de falta.
Blindaje de la medular y centrales de central
Ocurre que desplazar a Valverde a la derecha despuebla un centro del campo en el que Ancelotti no tiene muchos recambios. Adelantar a Tchouameni del eje de la defensa al centro del campo es una opción, lo que obligaría a usar más a Asencio de central (es una de las reclamaciones del madridismo visto que, además, Tchouameni no rinde en el eje).
Con el galo en la medular, Ceballos podría entrar con más minutos para asegurar el control del balón, como ya intentó en la (no) remontada ante el Barça. Camavinga podría terminar de blindar una medular que, contra el Barça, se vio desprotegida precisamente por la alta presencia de centrocampistas rivales y también por el poco trabajo del ataque blanco, que por momento se distribuía como un 4-2-4 con Bellingham, Mbappé, Vinicius y Rodrygo en punta.
¿Rotar a 'Los Cuatro Fantásticos'?
Sin embargo 'Los Cuatro Fantásticos' apenas tuvieron sacrificio defensivo. Si a ello se le dibuja un Bellingham tocado físicamente, el resultado fue un boquete que no es nuevo en el Real Madrid. Ya en tiempos de la BBC se debatía si era necesario jugar con cuatro en el medio o los tres delanteros en punta.
El caso es que en esa posible revolución 2.0 de Ancelotti, Bellingham, por su condición de centrocampista, parece intocable, aunque sí objeto de posibles rotaciones junto con el resto de un tridente en el que siempre Rodrygo era el sacrificado. Ahora Vinicius y Mbappé podrían perder su patente de corso para dar paso a cambios más estructurales que obligue, de vez en cuando, a sentar a alguno de los dos para reconducir una temporada en la que los blancos todavía tienen esperanzas en Liga y en Champions... pero donde la frontera entre el éxito y el fracaso es relativamente débil.
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