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Hay españoles negros de apellido 'impronunciable' por mucho que aún haya gente a la que le cueste entenderlo. Thierry Ndikumwenayo puede dar fe de ello. Nacido en Burundi, llegó a España en 2015 con la idea de labrarse un mejor futuro. Si ese es su 'pecado', es culpable de todos los cargos.
Por el camino, un trayecto repleto de obstáculos, como aquel día en el que se quedó tirado en el aeropuerto de Estambul, con apenas 15 euros en los bolsillos, porque no le permitían regresar a España con sus compañeros del Playas de Castellón por problemas con el visado.
O la mudanza de Llorenç Solbes, su primer entrenador en suelo español, a Qatar, que le dejó compuesto y sin novia en Alicante poco antes de que la pandemia del COVID le cerrara todas las puertas. Ahí aparece la figura de Tomás Fandiño, un técnico sin experiencia en las pruebas de fondo que lo adopta casi como un hijo cuando se muda a Castellón.
Así hasta recalar en el grupo de trabajo de Pepe Ortuño, el hombre que saca a relucir todo su talento. Thierry había decidido ya que quería defender los colores de España y no compite por Burundi desde 2019 pero hasta finales de 2022 no recibe la nacionalidad española.
En el Mundial de Budapest 2023, su primera gran competición como español, se queda a un puesto de pasar a la gran final de los 5.000 metros, un pequeño varapalo que le ha servido como acicate en un 2024 preñados de buenos registros, como esos 12:48.10 en la reunión de Oslo del pasado 30 de mayo, en la que presentó sin ambages su candidatura a las medallas en Roma.
Dos carreras diferentes
En el 5.000, con una táctica quizás desacertada -parece evidente que debió endurecer la carrera desde el principio-, no pudo ser y acabó quinto tras Jakob Ingebrigtsen, el británico George Mills, el suizo Dominic Lokinyomo Lobalu y Adel Mechaal.
Faltaba saber si había aprendido la lección y así ha sido, con una carrera muy inteligente en la que ha guardado fuerzas -hoy sí tocaba- para remontar posiciones en la recta final hasta la tercera plaza (28:00.96), en una prueba en la que se ha impuesto, con 28:00.32, Dominic Lokinyomo Lobalu, que ha logrado dos medallas en Roma. La plata ha sido para el francés Yann Schrub con 28:00.48. Abdessamad Oukhelfen, octavo con 28:10.97, también ha acabado en puestos de finalista.
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