- Atletismo Mundial de atletismo en directo
- Prometedor Exhibición de Katir, García Romo y Mechaal en las series de 1.500
Que Ryan Cro era el máximo favorito al oro en el peso del Mundial de Budapest lo sabía cualquier persona medianamente informada sobre atletismo. El estadounidense llegaba a la cita con siete de las nueve mejores marcas de la temporada, incluido su espectacular récord del mundo (23.56) en el Drake Stadium de Los Angeles el pasado 27 de mayo.
El asunto es que Cro reveló pocas horas antes de competir que lo iba a hacer con dos coágulos de sangre en su pantorrilla izquierda.
Tras sentir dolores durante varios días, se sometió a una ecografía el 9 de agosto, justo un día antes de viajar a Budapest.
"Los últimos 20 días han sido algunos de los más frustrantes y estresantes de mi vida", publicó el gigante de Portland en las redes sociales este mismo viernes.
El equipo médico me recetó anticoagulantes para el viaje en avión y para que sea seguro competir y minimizar el riesgo de que empeore, y me explicó los riesgos
"El equipo médico me recetó anticoagulantes para el viaje en avión y para que sea seguro competir y minimizar el riesgo de que empeore, y me explicó los riesgos. Luego nos dejó la decisión de viajar a mí y a mi familia. Llegué a Budapest y competiré", añadía Cro, que en la capital húngara buscaba convertirse en el primer lanzador de peso bicampeón olímpico y mundial.
Tras el susto inicial y una vez en competición, no tuvo rival. Se colocó en cabeza de inicio con 22.63, para ampliar la brecha respecto a la plata con un segundo lanzamiento de 22.98, récord de los campeonatos.
Su dominio fue tan aplastante, que encaró el último lanzamiento con 64 centímetros sobre la plata, el italiano Leonardo Fabbri -Joe Kovacs cerró el podio con 22.12-, pero aun sí quiso despedirse con el brillo de los elegidos y un tiro de 23.51, a la postre el segundo mejor de la historia.
Dramática caída de Sifan Hassan en los 10.000 metros
Más dramática si cabe fue la final de los 10.000 metros, aburridísima hasta una vuelta final en la que pasó de todo.
La neerlandesa Sifan Hassan, que venía de morder el polvo en Eugene -no logró subir a un solo podio-, quería desquitarse y recobrar el brillo olímpico de Tokio, donde logró dos oros (5.000 y 10.000 metros) y un bronce (1.500).
Por la mañana había corrido las series del 'milqui' imponiéndose con una exhibición de poderío a todas luces innecesaria en la recta final, toda vez que las seis primeras pasaban a semifinales.
Le afectara o no, lo cierto es que Hassan llegó con el depósito de la gasolina totalmente seco a los metros finales del 10.000, en los que pugnó, codo con codo, con la etiope Gudaf Tsegay por el título, cayendo finalmente sobre el tartán.
Esto propició un triplete etíope -Tsegay (31:27.18), Letesenbet Gidey (31:28.16) y Ejgayehu Taye (31:28.31)- mientras Hassan permanecía impávida e inmóvil sin cruzar la línea de meta. Finalmente arrancó y acabo undécima, casi medio minuto después de que Tsegay abrazara la gloria mundial.
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