Campazzo pone a salvo una vez más la racha del Real Madrid

Una vez más, Campazzo protegió la racha del Real Madrid, que se eleva ya hasta el 17-0 en este inicio de temporada. Los blancos sufrieron de lo lindo para vencer a un formidable Surne Bilbao Basket (84-87) pero, como sucediera hace una semana en Granada, la irrupción del base en el tramo final acabó decidiendo. Sumó 21 puntos (nueve de los últimos 19 de su equipo), siete rebotes y siete asistencias. En los últimos tres encuentros, ante los granadinos (29), la Virtus (39) y el Bilbao (29), acumula 97 créditos de valoración. Dominio absoluto.

Fue uno de los triunfos más sufridos del invicto líder de la Liga Endesa, que se topó con un rival respondón, que nunca bajó los brazos y, apoyado por una grada incandescente, llegó a creérselo. Soñó con el 72-68 a falta de cinco minutos después de endosar un 14-0 a un Madrid al que pocos han exigido tanto esta campaña. Pero ahí apareció Campazzo, sobre el que empezaron a orbitar todos los ataques. Ayudado por Hezonja (siete puntos en ese tramo), volteó el marcador y Musa colaboró con cuatro tiros libres para rematar la faena que dejó a los bilbaínos ahogados en la orilla.

Resistieron los locales todos los arranques del Madrid. El primero, a base de triples, que puso el 9-20 en el periodo inicial. Tavares no había anotado, pero sembraba el pánico con tres tapones. Pantzar, canterano blanco, revitalizó al Bilbao con seis puntos seguidos y Tsalmpouris, torre con alergia a la zona, le puso por delante (31-28). Los madridistas dominaban en el rebote (44-30), pero descuidaban el balón (15 pérdidas). Causeur, con un triple sobre la bocina, llevó el partido al descanso con 33-36. La primera mitad había sido eterna entre revisiones arbitrales y un largo parón por un problema con la red de una canasta.

Causeur se calienta

Tras el intermedio, el escolta francés volvió a castigar en ataque mientras ataba en corto a Smith, amenaza bilbaína. Causeur comandó un parcial de 4-13 y dos técnicas a Rabaseda y Ponsarnau en menos de un minuto permitió al Madrid fijar una máxima de 14 puntos (43-57). Tampoco sería la escapada definitiva. Los triples de Tsalmpouris, Kullamae y Reyes hicieron que el partido llegara vivo al inicio del último cuarto (56-63).

Después de un nuevo tirón blanco (58-68) llegó el colapso. Coincidió con la presencia en pista de la segunda unidad. Muy llamativa la estadística de +/- de los blancos, con gran diferencia para los titulares sobre los suplentes. Yabusele hizo un 2+1 al que siguió la nada. Los visitantes estuvieron cuatro minutos sin anotar y cinco sin meter una canasta en juego. Entre medias, técnicas a Chus Mateo y Deck. En la crecida local, tirando de físico, sumaron Kullamae, Pantzar, Killeya-Jones, De Ridder... Un trabajo coral traducido en un 14-0 que amenazaba la racha del equipo intratable (72-68).

A mitad de parcial, Mateo lo vio tan mal que tuvo que recurrir de nuevo a Campazzo, Deck y Tavares. El base argentino, un seguro de vida, se cargó a su equipo a hombros para dar la vuelta al marcador. Anotó un triplazo desequilibrado y Hezonja clavó otro sobre la bocina de la posesión. Pantzar respondió (80-83), pero luego falló un tiro libre a falta de 16 segundos, Facu acertó con dos suyos y las opciones locales murieron con sendos errores de Kullamae y Killeya-Jones. El Madrid sigue invicto: 17-0.