Valencia Basket sigue sin ser constante en lo que llevamos de temporada. Después de ofrecer una auténtica exhibición en el Palau ante el Barça, los de Jaume Ponsarnau no tuvieron opción en su duelo ante el Alba de Berlín. Y gran parte de culpa la tuvo una defensa en zona que planteó Aíto García Reneses desde el principio y que los taronjas nunca supieron atacar. También fueron culpables Luke Sikma (15 puntos y 12 rebotes) y Jayson Granger (17 puntos), que firmaron una obra maestra en forma de partido (92-100).
Mandan los cánones del baloncesto que para atacar una zona debe aparecer un jugador en poste alto, pero esa no fue la opción para el Valencia Basket. El lanzamiento de triples fue la única manera en la que los de Ponsarnau intentaron meterse de lleno en el partido. Pero el acierto de la noche quedó reservado para los hombres llegados desde Alemania.
Y para muestra, el parcial de 15-32 que firmaron en el tercer cuarto. Con Jayson Granger controlando el juego, con Sikma ejerciendo de hombre orquesta y con una defensa 3-2 que no hacía más que cambiar utilizando a Nikic como eje, el Alba de Berlín fue alcanzando unas sonrojantes ventajas que llegaron a ser de 20 puntos segundos antes de acabar el tercer cuarto (65-83).
Un día más en la oficina para el Valencia Basket de dos caras, que volvió a agarrarse a una heroica que no terminó por llegar. Los triples (ahora sí) de Klemen Prepelic y de Mike Tobey llegaron a acercar al Valencia Basket a solo 8 puntos en los últimos minutos. Parecía que había dado con la tecla, pero entonces aparecieron las segundas oportunidades (12) y los puntos de Johannes Thiemann (15) para terminar de dormir el partido.
En el duelo de los equipos que sueñan con estar la próxima temporada en la Euroliga, Aíto García Reneses y su pizarra pasaron por encima del Valencia Basket. Con el triunfo, el Alba de Berlín continúa con su particular escalada tras imponerse a Khimki en la jornada anterior.
De nuevo en la Fonteta, el Valencia Basket se vio superado por un vendaval ofensivo como ante el San Pablo Burgos, el Iberostar Tenerife o el Real Madrid. Aún así, lo verdaderamente preocupante en las oficinas de la Fuente de San Luis es esa falta de constancia y los muchos puntos que encaja el equipo taronja.
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