En Mónaco hay algo más que un famoso casino, la nobleza europea o el Gran premio de F1 con más historia del calendario. Desde hace poco, el AS Monaco ha colocado el baloncesto en el mapa del Principado
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En su logo hay un frase que reza: Rocca Team. Es el equipo de la Roca y, sobre todo, es la Roca de la Euroliga. El Mónaco ha sido el equipo en Liga regular que más a rivalizado con el Olympiacos en solidez, fuerza e intensidad. Ahora se disputa contra los griegos el sueño de jugar una final de la Euroliga. Y todo esto, siendo un modesto entre grandes, un enano entre gigantes.
La historia del Mónaco es tan corta como apasionante e increíble. Aparece en el panorama francés en 2008-09 y su ascenso en la élite del baloncesto galo es vertiginoso: en 2012 sube de cuarta categoría a tercera, en 2014 de tercera a segunda (Pro B) y un año más tarde, a Pro A, a jugar contra los mejores del país. Ese año, el de su presentación en la sociedad de mayor alcurnia, es tercero y juega los cuartos.
El crecimiento del AS Mónaco no sólo se produce en la competición doméstica. El equipo del Principado alcanza la final de la BCL en 2017-18, pierde ante el AEK, y llega a la final de la Eurocup, que gana al Unics Kazan. Eso le da el billete para la Euroliga... por la puerta grande.
Una vez en la Euroliga, otro milagro: le bastan dos temporadas para alcanzar la Final Four que ahora se muestra en su horizonte. En el año de su estreno se quedó en la orilla, perdiendo en el quinto partido de la serie ante el rival que tiene este mismo viernes, el Olympiacos. A la segunda, se cargó al Maccabi y es uno de los protagonistas de la gran fiesta.
Dinero ucraniano
Económicamente, el Monaco es una creación del magnate ucraniano, Sergey Dyadechko, afincado allí y empeñado en convertir al Monaco en una potencia europea. En parte lo ha logrado. Con él, el equipo aumentó su presupuesto casi el 90%, y con ello pudo atraer a jugadores como Mike James, Jordan Loyd, Elile Okobo, Chima Moneke, Alpha Diallo, Donta Hall o Donatas Montiejunas, todos ellos llegados en las dos pasadas temporada. Formar un bloque con ellos ha sido la clave deportiva del equipo. Eso, y poner el proyecto en las manos de un entrenador como Sasa Obradovic.
A principios de 2022, Dyadechko vendió el 46% de las acciones del equipo al multimillonario ruso Aleksej Fedoricsev. El ucraniano sigue al frente del equipo pero como vicepresidente de operaciones deportivas. Los éxitos, de su mano, continúan.
Este año, el Mónaco ha demostrado su fortaleza aguantando entre los cuatro mejores cuando Fenerbahce, que al final se hundió, más apretaba y cuando Maccabi alcanzó su mejor nivel, en las últimas jornadas de la Liga. Pero sobre todo, se mantuvo en pie cuando su jugador estrella, Mike James, fue apartado por indisciplina. El equipo monegasco logró reconducir la situación sin que el rendimiento deportivo se resintiera.
El Mónaco sigue dando pasos en su crecimiento con la experiencia que está a punto de vivir. Pero a pesar de ser un pequeño entre grandes, sin títulos de Euroliga y sin experiencia en esta fase, quiere seguir agrandando su milagro. Al fin y al cabo, es el Rocca Team.
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