La vuelta de Ricky Rubio a los Phoenix Suns después de su breve permiso de ausencia por paternidad fue celebrada por todo el equipo, pero especialmente por un jugador en concreto: Deandre Ayton. El número 1 del Draft de 2018, elegido por delante de Luka Doncic y Trae Young, pudo volver a conectar con su mejor socio en la pista y terminó cuajando uno de los mejores partidos de su (corta) carrera en la NBA además de culminar jugadas espectaculares.
Con el base español dirigiendo las operaciones y repartiendo hasta 13 asistencias, el pívot de las Bahamas brilló yéndose hasta los 26 puntos y 21 rebotes. El autoproclamado como el 'Shaquille O'Neal 2.0' se benefició de los pases de un Ricky que sigue siendo el segundo mejor pasador de la NBA con 9,3 asistencias por partido, únicamente superadas por la salvajada que está firmando LeBron James en dicho apartado (10,9).
Además, el liderazgo de Ricky mantiene a los Suns como uno de los mejores equipos de toda la NBA en el apartado de asistencias. En estos momentos, ocupan la segunda posición en el ranking con 27,7 pases de canasta por partido, sólo dos décimas menos que los Memphis Grizzlies (27,9).
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