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Los New Orleans Pelicans se han convertido en una de las grandes sensaciones de la NBA tras el parón del All Star. El equipo de Luisiana se encuentra a solo medio partido de los Lakers en la lucha por el noveno puesto del Oeste tras encadenar cuatro triunfos consecutivo. El último ante los Utah Jazz, a los que se impusieron con claridad por 124-90.
Una nueva victoria por aplastamiento para unos Pelicans que se han acostumbrado a pasar por encima de todos sus rivales tras el parón del fin de semana de las estrellas. En los cuatro triunfos seguidos el equipo de Willie Green acumula un diferencial de +107, el mayor en la historia de la NBA tras el All Star.
Los Pelicans estuvieron liderados por Brandon Ingram (29 puntos) y CJ McCollum (24) en un partido en el que llegaron a mandar por 37 puntos (86-49) a falta de cuatro minutos para el final del tercer cuarto. Una diferencia insalvable para unos Jazz que llegaban tras sumar nueve victorias en los últimos 10 partidos.
Además del acierto de su pareja estelar, el equipo de Nueva Orleans cifró su triunfo en la defensa, dejando al mejor ataque de la NBA en apenas un 35,2% de acierto en tiros de campo. Los Pelicans se centraron en frenar a Donovan Mitchell, que llegaba tras anotar una media de 32,6 puntos en sus últimos cinco partidos, que se quedó en apenas 14 tantos con un cinco de 18 en tiros de campo.
El duelo entre los Jazz y los Pelicans permitió, además vivir un nuevo duelo fratricida entre los españoles Willy y Juancho Hernangómez. El primero salió vencedor también en el terreno individual tras disputar 24 minutos en los que anotó 13 puntos (cinco de nueve en tiros de campo y tres de cuatro desde el tiro libre), capturó ocho rebotes, puso un tapón y robó un balón. Por su parte Juancho estuvo siete minutos sobre la cancha para firmar dos tantos y un pase de canasta.
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