Tres horas de homenaje para una carrera difícil de igualar. Las Storm retiraron la camiseta de Sue Bird, una de las mejores jugadoras de baloncesto de todos los tiempos. Nadie más podrá llevar el dorsal 10 de la franquicia de Seattle, la única para la que jugó la base desde que llegara a la WNBA como número 1 del draft de 2002.
Birdestá considerada como la mejor base de siempre. Le avala un palmarés en el que figuran cuatro anillos de la WNBA, 13 presencias en el All Star y ocho inclusiones en el mejor equipo de la temporada además de ser la jugadora con más partidos, minutos y asistencias en la historia de la competición. Con la selección de Estados Unidos ganó cinco oros olímpicos y cuatro Mundiales. Y a su paso por Rusia (Dynamo y Spartak de Moscú y Ekaterinburg) levantó cuatro Euroligas.
"Siempre extrañaré el baloncesto. Habrá días, mañana, dentro de un año, dentro de cinco años, en los que lloraré porque lo extraño y me emocionaré. Eso es solo una parte de eso", dijo Bird, que dio un discurso de hora y media por el que pidió perdón en varias ocasiones: "Quería agradecer a todos los que debía agradecer".
La maestra de ceremonias fue su pareja, la futbolista Megan Rapinoe, y entre las figuras presentes estuvo Lauren Jackson, su compañera en las Storm, con la que formó una pareja demoledora. La pívot voló desde su Australia para estar junto a su amiga y no dudó en calificarla de "mejor jugadora de todos los tiempos". Si no lo es, al menos entre las bases, sí.
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