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Es indiscutible que Shai Gilgeous-Alexander es uno de los mejores jugadores del mundo en la actualidad. Lleva años demostrándolo cada noche y desde su llegada a los Thunder en 2019 colocó a su franquicia en otra dimensión. Y lo ha hecho con actuaciones tan colosales como la que firmó en el triunfo ante los Clippers (134-128), paradójicamente su primer equipo en la NBA, donde jugó su primera temporada en la Liga (2018-19).
El base canadiense de 1,98 m y 26 años destrozó a sus excompañeros de Los Ángeles con una estadística nunca vista en la historia de la NBA: 45 puntos (9/13 t2, 4/8 t3 y 15/16 tl), 3 rebotes, 9 asistencias, 5 robos de balón y 2 tapones. Nadie nunca había una línea estadística así en la mejor Liga del mundo. Un recital que tuvo su preludio en una primera parte colosal con 21 puntos, 5 asistencias, 4 robos y 2 tapones en 39 minutos en cancha.
Su decimocuarto partido con 40 o más puntos
En el primer partido del Oklahoma City Thunder desde que perdió a Chet Holmgren durante al menos dos meses debido a una fractura de cadera, y tal vez por eso Gilgeous-Alexander tiró más que nunca de su equipo, firmando su récord de anotación personal en la NBA. Fue el decimocuarto partido de su carrera en el que mete 40 o más puntos, un umbral reservado sólo para un puñado de elegidos entre los que se encuentra él.
No me sentí especial, no sentí que hiciera algo que nunca había hecho antes. Simplemente me sentí como en otro partido de baloncesto. Sentí que debería haber hecho más, que fallé algunos tiros fáciles, pero así es el juego
Pero tras el partido no se atisbó ni un rictus de euforia en su rostro, dando normalidad a una actuación superlativa al alcance de muy pocos jugadores. "No me sentí especial", dijo. "No sentí que hiciera algo que nunca había hecho antes. Simplemente me sentí como en otro partido de baloncesto. Sentí que debería haber hecho más, que fallé algunos tiros fáciles, pero así es el juego". Incluso en un partido en el que rayó la perfección se mostró autocrítico. ¿Falsa modestia?
En su cabeza ronda aún la eliminación de la pasada campaña en segunda ronda de playoffs ante los Mavericks. "No digo esto para menospreciar a mis compañeras de equipo, pero para muchos de ellos era su primera vez en playoffs con partidos tan importantes. Y no quiero decir que no estaban listos, pero siento que podría haberlas preparado mejor durante todo el año para que tomaran ciertos tiros, llegaran a los lugares adecuados y se sintieran más cómodas en ciertas posiciones de la cancha, especialmente en ataque.
Ayudar a mejorar a sus compañeros
Shai se siente culpable por ello y en este inicio de temporada está centrado en ayudar a que sus compañeros cojan esa experiencia para no repetir ese final abrupto. Le preocupa más eso que sus números: "Siento que en los playoffs fuimos buenos en defensa, pero no en ataque, por eso perdimos. Y parte de mi trabajo es asegurarme de que mis compañeros de equipo tengan confianza y estén listos para los grandes momentos".
Shai sabe que el balón siempre va a volver a sus manos, sabe que en cualquier momento puede tomar el control del juego. Recuerda mucho a los grandes como Michael Jordan
El canadiense, tras su descomunal actuación, acaparó todo tipo de elogios de sus compañeros y rivales, incluido el entrenador de los Clippers, Tyronn Lue: "Cuando eres un jugador joven, puedes perder el control o intentar conseguir más puntos. Él sabe que le va a llegar el estilo de juego, sabe que el balón va a volver a sus manos. Permite que otros jugadores se pongan en marcha, pero sabe que en cualquier momento puede tomar el control del juego. Recuerda mucho a los grandes como Michael Jordan".
El quinteto titular de los Thunder acabó en dobles figuras en anotación con actuación también muy destacada de Jalen Williams (28+8+6), secundado por Lou Dort (19+2), Isiah Joe (12+3+3+3 robos) y Aaron Wiggins (10+4+4), más la aportación de Alex Caruso (12+2) desde el banquillo. Todos ellos son responsables del gran inicio de campaña de su equipo (9-2).
Harden acarició el triple-doble... sin tino
Los Clippers (6-5) compitieron hasta el final gracias sobre todo a Norman Powell (31+2+4), Ivica Zubac (22+14) y Derrick Jones Jr. (20+5+3), en una noche en la que James Harden acarició el triple-doble (17+11+9), pero con malos porcentajes de tiro (5/15 tc, especialmente de dos puntos con 2/8). Insuficiente ante unos Thunder que muerden en defensa: robaron 16 balones y provocaron hasta 23 pérdidas de los angelinos.
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