- CONTRACRÓNICA NBA. Los Celtics son un arma de destrucción masiva
Cuando en el ecuador del tercer cuarto del choque entre Golden State Warriors y Brooklyn Nets, el equipo del neoyorquino barrio de Prospect Heights caía por 18 puntos (68-86, 30') nada hacía indicar que existiese posibilidad de cambiar algo. Claro, al otro lado del ring están los Warriors, que han vuelto con fuerza y son uno de los grandes referentes del Oeste. Pero la historia tuvo vuelta de hoja y Jordi Fernández se ganó, más todavía, el reconocimiento de la NBA.
Porque los Nets no se desengancharon. No jugaron mal el final de parcial y salieron al último cuarto lanzados. Un marcador de 28-41 dio la vuelta a todo, y Brooklyn hizo que los 28 puntos de Stephen Curry fuesen inútiles y los Nets remontasen en San Francisco (120-128). Con los 31 puntos de Schröder, 23 de Cam Thomas y 19 de Ziaire Williams al mando de las operaciones.
La complejidad fue máxima. A Jordi Fernández le faltaron piezas como Dorian Finney-Smith, Nic Claxton, Ben Simmons y Day'Ron Sharpe. Y Cam Thomas, que había jugado bien, y Cam Johnson salieron en medio del partido para no regresar. Pero los Nets cortaron a los Warriors, que se apagaron por completo. De hecho, supone que pierden la cabeza del Oeste con unos Thunder que arrasaron a los Kings (109-130).
Hasta Kerr flipa
Los Nets dieron la talla. Y la NBA alucina con la propuesta de Jordi Fernández, que cogió un equipo sin estrella tras la salida de Mikal Bridges al eterno rival y marcado por la toxicidad de Ben Simmons. Les implantó una cultura de juego y ya son ocho victorias. "Es un gran entrenador, realmente. Se nota viendo como organiza el plan de ataque y los tiros que tratan de logran. Inculca una cultura impresionante teniendo en cuanta que están reconstruyendo. Estoy realmente impresionado", reconoció Steve Kerr, campeón de todo en el baloncesto sobre Fernández.
Es [Jordi Fernández] un gran entrenador, realmente. Se nota viendo como organiza el plan de ataque y los tiros que tratan de logran. Inculca una cultura impresionante teniendo en cuanta que están reconstruyendo. Estoy realmente impresionado
"Solo les dije que podíamos luchar y controlar los fallos que son controlables", reconoció Jordi Fernández. A partir de dos tiempos muertos, cambió todo. "Conseguimos ganar el tercer y cuarto cuartos. Fue un trabajo de equipo al completo", agregó el catalán. Sigue sumando triunfos, pese las bajas y las estrellas en el otro lado.
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