En el año 2000, los Indiana Pacers se metían por primera vez en su historia en la final de la NBA tras ganar a los Knicks (4-2) en la final del Este. Poco después caían ante los Lakers de Shaquille O'Neal y Kobe Bryant. 25 años después de aquello, los Pacers vuelven a repetir: se cargan a los Knicks, 4-2, y jugarán de nuevo la final de la NBA. Aunque esta vez ante los Oklahoma City Thunder.
Paskal Siakam y Tyrese Haliburton tenían una deuda con la afición de Indiana tras la derrota en el quinto partido en el Madison. Y ambos la pagaron. Lideraron a su equipo en el sexto, 125-108, y aseguraron que los fans de los Pacers saborearan el placer único que es avanzar hacia las Finales de la NBA.
Siakam, MVP de la serie
Siakam, aportó 31 puntos y 5 rebotes, mientras que Haliburton firmó 21 puntos, 11 de ellos en el cuarto periodo, 13 asistencias y 3 robos de balón. No fueron los únicos en unos Pacers indestructibles esta noche. Obi Toppin colaboró con 18 puntos y 6 rebotes, aunque parte de la clave del triunfo de Indiana estuvo en la extenuante defensa de Andrew Nembhard, 14 puntos y 6 robos, pero que limitó a Jalen Brunson a tan sólo 19 puntos. Por ahí empezó a ganar el partido Indiana.
"Pascal y Tyrese se han echado el equipo a la espalda y se han asegurado de que no perdiéramos", destacaba Rick Carlisle, técnico de los Pacers. "Pero nuestro trabajo no ha hecho más que empezar", decía en referencia al mayúsculo reto que es ahora medirse en las Finales NBA al mejor equipo de la temporada regular.
Paradojicamente, Siakam ganó el MVP del Este, el trofeo que lleva el nombre de Larry Bird, ganando en la votación a Haliburton. Bird es el único entrenador que hasta ahora había llevado a los Pacers a una final de la NBA. A la leyenda se une ahota un Carlisle que ya ganó el anillo, como técnico de los Dallas Mavericks, en 2011.
Los Pacers se imponen tras el descanso
Los Knicks aguantaron al menos hasta más allá del descanso, 25-24 al final del primer cuarto y 58-54 al final del segundo. Las ventajas eran mínimas y se avecinaba final igualado. Pero no. Un parcial de salida de 9-0 tras pasar por vestuarios (67-54.) estableció una ventaja que sería decisiva. Y que crecería hasta el 78-63. Al final del tercer cuarto los locales dominaban 92-77 y en el último acto, Haliburton tomó todo el control para asegurar el triunfo.
Karl-Anthony Towns lo intentó con 22 puntos y 14 rebotes y OG Anunoby fue el mejor en los neoyorquinos con 24 puntos. Brunson se quedó en esos 19 insuficientes puntos con Nembhard como su sombra, ante unos Pacers que lanzaron por encima del 50% en tiros de campo (54,1%) y en triples (51,5%) y forzaron 17 pérdidas.
El Gainbridge Fieldhouse de Indiana vivió una noche mágica. Desde los prolegómenos, con un ambiente festivo impresionante, hasta el recibimiento a los jugadores locales, pasando por el tributo a una de sus grandes leyendas, Reggie Miller, analista para la TNT. Ahora, en Indiana, se disponen a vivir otro sueño, el de las Finales de la NBA.
Los Pacers viajarán a Oklahoma para comenzar la próxima madrugada del viernes (02.30) la segunda final de la historia. Y como ante Milwaukee en primera ronda, los Cavs en segunda y los Knicks en las finales del Este, vuelven a salir como los tapados. Los Thunder son muy favoritos y eso hace que los Pacers sean muy peligrosos. A comienzos de los Playoffs, Indiana era el equipo ante el que nadie quería jugar y ha ido eliminando rivales a su paso. Pero los Thunder serán otra historia.
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