Fue más que espectáculo, deporte, reconocimiento. Fue la magia del corazón. Sólo ver el Crypto.com Arena con miles de camisetas amarillas con el dieciséis de Pau te ponía la piel de gallina. Es difícil saber cómo latiría el corazón de Pau, imaginar el imperio de su sentimiento como un río de emoción recorriendo su cuerpo. Los destellos relucían en la oscuridad mientras las lágrimas de Pau reclamaban el recuerdo de Kobe. Con él llegó la mayor emoc
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