Próximo a finalizar el 2020, el balonmano se apresta a disputar su primera gran competición internacional desde el Europeo masculino que ganaron los 'Hispanos' el pasado enero. La pandemia del coronavirus dejó en barbecho los torneos preolímpicos, los Juegos de Tokio, las finales continentales de clubes, y ahora pende como una amenaza sobre el desarrollo del Campeonato de Europa femenino, que comienza este jueves en Dinamarca.
La selección española se quedó congelada en aquella polémica acción a escasos segundos de la conclusión de la final del Mundial 2019 que las árbitros sas hermanas Bonaventura castigaron con un siete metros, y que supuso la derrota de las Guerreras ante Holanda. Con ese cartel de subcampeonas mundiales afrontan un Europeo que supone un desafío aún mayor, por la entidad de los rivales y el camino que les toca recorrer.
"Cuando vienes de un campeonato en el que has conseguido un éxito lo más difícil es darle continuidad", avisa el seleccionador español, Carlos Viver. "Tenemos por delante retos muy importantes: este Europeo, la clasificación en marzo para los Juegos Olímpicos, e intentar sacar el mejor resultado y disfrutar en el Mundial que organizaremos", recuerda. Todo en el plazo de un año debido al trastoque del calendario provocado por el retraso de los Juegos de Tokio.
Cuando vienes de un campeonato en el que has conseguido un éxito lo más difícil es darle continuidad"
Entre las muchas incógnitas que rodean a este Europeo no es la menor el estado actual de los 16 equipos participantes, que apenas han tenido actividad a lo largo del año. Muchos se presentan sin haber jugado un partido. España pudo cerrar con dificultades dos encuentros de preparación, "que dan para evaluar el grupo", señala Viver.
De no ser por las lesiones que han apartado a la joven pivote Eli Cesáreo y a la lateral Alexandrina Cabral Barbosa, el seleccionador habría repetido el equipo que le dio tan buen resultado el Mundial, con escasas variaciones. "Bajas como las de Shandy son irreemplazables, pero son situaciones normales en cualquier campeonato. Nosotros necesitamos a todas las jugadoras", subraya Viver, que ahora puede contar con la capitana Carmen Martín, ausente hace un año, y hará debutar en una competición de máximo nivel a la lateral Carmen Campos y a las pivotes Kaba Gassama y Lysa Tchaptchet, ésta la menor del grupo con sus 18 años.
Si la primera fase es dura, los cruces forman un grupo de la muerte"
Un Campeonato de Europa condiciona las opciones de los participantes en buena medida por su reparto en la primera fase. España no ha salido beneficiada. Comparte grupo con dos Rusia y Suecia, asiduos en los podios. Con la primera perdió en el Mundial y con la segunda empató. El tercer rival, la República Checa, aunque ha permanecido fuera de foco mucho tiempo, tampoco ofrece margen a un exceso de confianza. Si las 'Guerreras' pasan entre los tres primeros de su grupo a la fase principal se toparían con otros equipos muy potentes: Francia, su bestia negra; Dinamarca; Montenegro o Eslovenia.
"Si la primera fase es dura, los cruces forman un grupo de la muerte", reconoce el seleccionador. Por la otra parte del cuadro parecen favoritos para progresar hasta las semifinales Holanda y Noruega. "Un Europeo es durísimo, por los rivales, y éste va a resultar raro en lo que no se ve", reitera Viver, refiriéndose a las estrictas medidas sanitarias que introducen mayor estrés en los participantes.
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