En un Campeonato de Europa con sorpresas y algunos caídos ilustres, como Francia y Dinamarca, la selección española ha reforzado su cartel de valor seguro tras su buen rendimiento en la primera fase. Cuatro partidos separan a España de las semifinales, aunque incluso podría sobrarle el último de la fase principal. Antes, España se mide a la República Checa, su primer rival este miércoles; Austria, que se está beneficiando de jugar en su país; Bielorrusia y, finalmente, Croacia. Los 'Hispanos', austriacos y croatas parten con dos puntos.
Dinamarca, campeona olímpica y del mundo, fue la segunda favorita que caía eliminada en la primera fase del Europeo masculino antes de disputar su tercer partido. La victoria (24-18) de Hungría sobre Islandia la dejó fuera de los dos primeros puestos de su grupo.
La relación de favoritos parece reducirse a España y Croacia, entre los que forman el grupo I, y a Noruega, que busca su primer título, en el II, aunque Austria, Eslovenia y Hungría parten con los mismos puntos en la fase principal. Estos tres últimos equipos pueden beneficiarse también de la única plaza para los Preolímpicos que da el Europeo.
Por primera vez, esta competición somete a las selecciones que siguen en ella a un menú de cuatro partidos en su segunda ronda, motivado por la ampliación del campeonato a 24 selecciones. Eso ha provocado críticas, antes y durante la competición. "Los problemas comienzan cuando los días de descanso también se convierten en días de viaje" denuncia el veterano extremo islandés Gujon Valur Sigurdsson.
Su equipo no tiene que moverse de Malmoe (Suecia) entre las dos fases, pero España lo hizo desde los fiordos noruegos de Throndeim a Viena. Tampoco se preserva la igualdad de condiciones, porque en la capital austriaca han permanecido Croacia y la República Checa. En cambio, el primer rival de España habrá dispuesto de un día menos de descanso. Peajes que la EHF hace pagar a las selecciones por planteamientos estrictamente económicos.
La suficiencia con la que los 'Hispanos' ganaron sus tres partidos a Lituania (+11), Alemania (+7) y Holanda (+11) permitió a Jordi Ribera efectuar las rotaciones que acostumbra, y el desgaste se repartió bastante equitativamente. Los que menos minutos han jugado han sido los pivotes Julen Aginagalde y Adriá Figueras (32 y 39, respectivamente) en buena medida debido a que España ha logrado un cuarto de sus goles (24 de 102) al contragolpe o en lanzamientos a puerta vacía, sin que llegaran a efectuarse los cambios defensa-ataque, y también a la alta efectividad del ataque español (71%). La frescura va a tener una gran importancia ante cuatro rivales de mayor poder físico, pero el balonmano que ha venido desarrollando España hasta ahora es su mayor garantía para seguir progresando en un Europeo que se le ha puesto de cara.
Comentarios