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Si eres de los que siempre ha pelado el kiwi antes de comerlo, prepárate para cambiar tus hábitos. Según Pablo Ojeda, nutricionista y colaborador en Kiss FM, la piel del kiwi no solo es comestible, sino que está repleta de beneficios para la salud que probablemente no conocías.
La piel del kiwi: un tesoro nutricional
La piel del kiwi es una fuente sorprendente de nutrientes. A menudo desechada por su textura peluda y su sabor ligeramente amargo, esta parte de la fruta es rica en fibra, lo que puede ser un gran aliado para mejorar tu digestión.
La fibra es esencial para mantener un sistema digestivo saludable y puede ayudarte a regular el tránsito intestinal, lo que se traduce en una mejor salud intestinal y, sí, también en un mejor manejo de esos momentos incómodos en el baño.
Beneficios adicionales de comer kiwi con piel
- Aumento de antioxidantes: la piel del kiwi contiene antioxidantes como la vitamina C y polifenoles, que ayudan a combatir el daño celular y pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
- Bajo en calorías: si estás buscando una opción saludable para picar entre horas, el kiwi con piel es bajo en calorías y te proporciona una sensación de saciedad gracias a su contenido en fibra.
- Mejora la salud cardiovascular: los nutrientes presentes en la piel del kiwi pueden contribuir a la salud del corazón al ayudar a regular los niveles de colesterol y presión arterial.
- Propiedades antiinflamatorias: algunos estudios sugieren que los compuestos presentes en la piel del kiwi pueden tener efectos antiinflamatorios, lo cual es beneficioso para quienes sufren de inflamaciones crónicas.
De ahora en adelante, no vuelvas a desechar la piel del kiwi. No solo estás perdiendo valiosos nutrientes, sino que también te estás privando de todos los beneficios que esta parte de la fruta tiene para ofrecer.
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