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Hacer cardio en ayunas es una práctica que se popularizó hace algunos años y que, según indicaban algunos coaches, te ayudaba a bajar de peso. Sin embargo, recientes estudios han desvelado que no tendría este efecto en nuestro cuerpo; de hecho, podría afectar negativamente a nuestro organismo si se replica de forma constante. Además, si tenemos en cuenta nuestro propio rendimiento, tampoco sería beneficioso. De hecho, podría ir en contra de la consecución de nuestros objetivos deportivos. Los efectos de entrenar en ayunas son muchos y diversos.
Pérdida de músculo
La práctica del entrenamiento en ayunas de forma prolongada puede hacer que, el cuerpo, degrade las proteínas musculares. Esto puede resultar en que se pierda masa muscular, en vez de quemar grasa; que al final es lo que se desea. Por lo tanto, será contraproducente.
Reducción del rendimiento
Cuando entrenamos en ayunas se genera una falta del glucógeno almacenado. Esto puede llevar a que se reduzca la energía que nuestro organismo tiene disponible para la práctica deportiva. Esto es especialmente nocivo cuando realizamos actividades de alta intensidad o de una duración extensa, lo que puede llevar a fatiga prematura o una disminución del rendimiento.
Síntomas que puedes sufrir
Cuando no ingerimos ningún tipo de comida antes de entrenar, podemos sufrir diversos tipos de síntomas.
Entre ellos están los mareos, la fatiga o, incluso, el dolor de cabeza. Esto se debe a que nuestro cuerpo experimenta una falta notoria de glucosa en la sangre mientras se realiza el ejercicio en ayunas.
Riesgo de lesión
Cuando no se come antes de entrenar, experimentamos un mayor riesgo de lesión. La falta de energía y la fatiga que podemos llegar a experimentar aumenta notablemente el riesgo de lesiones durante la sesión de deporte.
También existe un riesgo alto de sufrir problemas psicológicos. Entre ellos, se pueden crear barreras psicológicas que afecten al rendimiento y a la motivación. Este factor, de forma repetida, puede hacer que no se mejoren los resultados tras entrenar y que, cada vez, nos sintamos más desmotivados, alejados de nuestro objetivo y sin sentirnos o encontrarnos bien.
Seguir una dieta adaptada a nuestro rendimiento es fundamental para poder conseguir los objetivos que te has planteado. En esa dieta, el desayuno o la ingesta de los nutrientes necesarios previa al entrenamiento es clave. De esta manera, podremos rendir de forma óptima sin sacrificar nuestra salud. El alimento es esencial para que el organismo de un deportista rinda y pueda ejecutar los entrenamientos de la mejor manera.
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