Si te despiertas de mal humor, esto puede estar fallando en tu rutina de sueño

Muchas personas suelen experimentar un muy mal humor al despertarse. En ocasiones, esto está estrechamente relacionado con la rutina de sueño que incorporamos en los instantes previos a conciliar el sueño. Y es que, tan importante es el número de horas que pasamos durmiendo, como elegir las horas a las que acostarnos y levantarnos o escoger determinadas actividades que favorezcan la conciliación del sueño. La calidad es tan importante, en este caso, como la cantidad. Por esta razón, los expertos han trazado un horario en el que te levantarás mucho más feliz; aunque también existen otros factores que podrían hacer que tu despertar no sea del todo dulce. 

El horario que deberíamos incorporar

Una de las cosas más complicadas de cumplir en la actualidad son los horarios de sueño. Las largas jornadas de trabajo, los entrenamientos hasta tarde y las preocupaciones y tareas diarias hacen que no sea sencillo compaginar la vida diaria con una estricta rutina de sueño. Sin embargo, es imperativo que encontremos la fórmula para conseguirlo porque podría ser definitivo en el humor con el que nos levantamos y, por supuesto, la actitud con la que afrontamos el inicio del día. 

Según los expertos, la mejor hora para despertarse es a las 7:30 de la mañana (siempre que las obligaciones diarias lo permitan). Este es el momento del día que, nuestro reloj biológico, nos marca como óptimo para arrancar con fuerza y de la mejor manera posible la jornada. 

Lo ideal es que se descanse entre 7 y 9 horas, por lo que el horario al que deberías acostarte para levantarte a la hora que marcan los expertos, es entre las 22:30 y las 00:30. Es importante saber que, estos horarios, son los mejores para los adultos sanos y que, en caso de que tus circunstancias no sean estas, deberás consultar la rutina de sueño a implementar para tu caso concreto. 

Otros factores que pueden influir en nuestro despertar

Es evidente que, el horario que destinamos a dormir, puede influir mucho en nuestro estado de ánimo al empezar el día, así como lo hace la cantidad de horas que dormimos. Sin embargo, existen otros factores que los expertos han marcado como relevantes a la hora de amanecer de buen o mal humor. 

La inercia del sueño puede ser un problema para tener una buena salud de descans. Esta aparece cuando se realizan siestas excesivamente largas, de más de una hora y media. Aquí, el cuerpo sufre ebriedad de sueño (sleep drunkness) que hace que el individuo sufra confusión, aturdimiento o mal humor. 

La ansiedad y el estrés afectan también a la calidad del descanso, de la misma manera que puede amargar nuestro despertar. Sin embargo, no solo se deben tener los factores internos en cuenta, también hay algunos externos que influyen en nuestro estado de ánimo. El tiempo, la carga de trabajo o problemas familiares son solo algunos ejemplos de ellos.