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A Neymar no se le puede medir en goles. Atesora tanta calidad, tanto talento que es capaz de decidir un partido de varias formas. Una de ellas es la que eligi ayer, sometido a una vigilancia extrema por los borussers y por Skomina, el rbitro que le mir con recelo en cada cada. Esta vez Ney no se fue, se qued para abrir los huecos como un funambulista, caminando por el alambre y sirviendopases de gol que resultaron esenciales para que el Bara sumara el segundo triunfo en la Champions.

Tan importante como la visin del brasileo o el alboroto que meti Arda, excelente en su cometido, result de nuevo la pizarra de los tcnicos. Decisiva, de hecho. Se abrazaron Luis Enrique y Unzu, como tras el tanto ante el Atltico de Madrid, para festejar el 1-2 porque se haba dibujado en la pizarra. El crner al punto de penalti, la distraccin para generar el hueco a Surez y el disparo duro del uruguayo. Sommer no la sujet, en su nico error de la noche, acudi Piqu al baln suelto y, en lugar de romper, fabric un recorte cortito antes de empujar suave. Cosas de genios.

Pese a la ptima resolucin no fue un partido brillante del Barcelona, que sufri de lo lindo en la primera mitad. El Borussia Park empuj a su equipo en cada robo, en cada contra que desfigur al conjunto clorofila. Tan extrao como el uniforme fue ver recular a cuatro defensores por las maniobras de Raffael o Hazard, endiablados al buscar la puerta contraria.

No llega este Borussia Moenchengladbach al de otra poca, la que evoc Allan Simonsen, presente en el estadio. El Bara fich al dans procedente del equipo germano, con el que se proclam Baln de Oro y roz la Copa de Europa. Eran aos dorados de un Gladbach dominador por el que desfilaron leyendas como Gunter Netzer, Berti Votgs, Uwe Rahn o Jupp Heynckes. Futbolistas rpidos, tcnicos y vigorosos que desde los ochenta no encontraron herederos.

El de Schubert, sin llegar a la excelencia de entonces, es un equipo incmodo y rpido, sin mucha calidad pero con las ideas muy claras. Sabe sufrir atrs amparado en la agilidad de sus defensas, como la que mostr Korb al robar un gol a Alccer. En ltimo trmino cuenta con las manos de Sommer, las que mostr en una volea de Surez. El esfuerzo general desactiv al rival y lanz a la aventura a los alemanes, temibles a campo abierto.

No se haba visto a Ter Stegen desde antes de empezar el partido, con la ovacin imponente que dedic la grada a su ex guardameta. La siguiente noticia que hubo del meta fue para recoger de la red el gol de Hazard, ejemplo de contragolpe bien llevado. Rob Dahoud a Busquets, lo cual ya es noticia en s, sirvi a Raffael que se fue como un relmpago y esper la incorporacin del belga, que anot bastante suelto. Escenario perfecto para los borussers.

Las soluciones llegaron tras el descanso. Cay lesionado Raffael y el nimo local se desinfl como un globo. Al otro lado, Luis Enrique tuvo que retirar a Alccer, que an no habla el idioma azulgrana. Se mueve, pero no acierta con el momento o el lugar. Rafinha entr en la derecha y el equipo recuper bro, pero el cambio decisivo lleg despus. Se fue Rakitic, que haba aportado bastante. Pero entr Arda y el partido fue del Bara.

No fue casualidad que el turco anotara el empate. Ofreci el desmarque de ruptura que peda en la frontal Neymar y resolvi con violencia. Tocado en su confianza, el Borussia se refugi atrs y acab por pagarlo. Todos tuvieron mrito en el crner, desde el lanzamiento preciso de Neymar al punto de penalti a la brillante resolucin de Piqu pasando por la volea de Surez. Con ventaja, el Bara cerr el partido sin mucho sobresalto. Y ya sabemos que en Alemania eso no suele ser fcil.