Un Bara de mnimos 231o72

Barcelona, 1; Granada, 0. La Crnica.

Ser por la inminencia del City, la Asamblea eterna o el poco aliciente de medirse al colista. El Barcelona crey que ganara haciendo nada y menos. Tuvo razn. Salvo honrosas excepciones, la actuacin ms desinteresada bast para amarrar los tres puntos.

Fue Rafinha esta vez el hombre del partido. Lo merece por un inicio de temporada que ampla los recursos de Luis Enrique. Como volante o como extremo, el brasileo siempre genera desequilibrio, y eso en partidos cerrados como el de ayer resulta esencial.

El caso es que haca tiempo que no despachaba el Bara un partido tan infumable. Contribuy el esfuerzo del Granada por poner la noche desagradable, con su lnea de cinco bien ajustada y por delante un muro de cuatro, bien cerquita, para restar espacios. El mejor reflejo del vuelco buscado con el relevo de Paco Jmez por Lucas Alcaraz fue un equipo ordenado, sin riesgo y con poca aventura, que gan en autoestima aunque no se llevara un punto. Al menos so con pescar hasta el ltimo segundo.

Tampoco es que los rojiblancos ofrecieran un curso defensivo. No hicieron ni faltas hasta el tramo final. La culpa de ese partido desperdiciado fue, sobre todo, de un Bara plano y perezoso. En el primer tiempo apenas destacaron Umtiti por su puntualidad en los cruces, Sergi Roberto por su movilidad y Mascherano por sus servicios largos. En uno de ellos se qued solo Luis Surez, pero al Bota de Oro le traicion el instinto y busc el regate donde debi rematar.

As que el partido 1.500 del Camp Nou -oficial- fue un tostn, y gracias. Al descanso ya era evidente que el invento de Luis Enrique en la media, con Rakitic en el pivote acompaado por Denis Surez y Rafinha, no produca juego para el equipo. Al menos funcion la lnea adelantada por la disciplina de los centrales, lo que evit sustos. Y el gol de Rafinha al poco de la continuacin elimin el suspense.

Fue una buena jugada desde la derecha que naci en Messi, continu Surez, cedi Rafinha para que matara Neymar y el rebote del poste cay a Alcntara, que adorn el tanto con una tijera. S, particip la MSN, pero fue de las pocas acciones en que se asociaron con resultado ptimo.

Cuesta ver un partido en que Messi est tan desconectado del juego. Se enchuf de inicio, buscando sus diagonales desde la derecha para Surez o Neymar que desordenaran la defensa granadinista, pero se cans pronto de la falta de acierto y ya no encontr el hilo del partido. Ni siquiera en las faltas directas.

Desconexin del 10

Con Messi fuera de onda, el Bara no encontr ms recurso para crear ocasiones que la accin aislada o el desborde de Neymar. En un encuentro discreto de todo el plantel azulgrana, el brasileo justific el pago de la entrada con un control maravilloso de tacn y varias incursiones por banda izquierda, plenas de potencia y habilidad. No poda faltar, con todo lo que ha cado en los ltimos das, su racin de polmica, al dejar un recado a Cuenca que provoc la reaccin de Vezo. Conste en acta que quien ms patadas recibi fue el brasileo. De largo, adems.

Los relevos alteraron algo el panorama. Se retiraron los Surez, Denis abatido por una buena oportunidad perdida, y Luis enfadado, posiblemente por no sacar brillo a su bota dorada con otro gol que se le neg dos veces. Ochoa tuvo culpa en ello, al blocar un buen cabezazo del uruguayo y un remate a quemarropa de Neymar, servido por el inevitable Sergi Roberto. S que cambi el ritmo Alccer, que aprovech sus pocos minutos en el campo. Le dieron para servir un buen baln interior para la carrera de Messi. Lo raro ocurri entonces. En posicin favorable, Leo tir arriba, en la prueba ms fiable hasta la fecha de que es humano.

As que el Granada se plant al final con el marcador apretado, pero de momento no le da para ms. Sac un centro sin peligro que bloc Ter Stegen y eso fue todo. Al Bara le sali bien reservar toda su energa.