Llegar y besar el Bale 4992c
lunes, 20 febrero 2017, 09:49
Cmo disfruto viendo galopar por la banda, libre y salvaje, a Gareth Frank Bale, el potro gals, el expreso de Cardiff! No llevaba ni siquiera un cuarto de hora sobre el campo y ya haba aprovechado la primera asistencia de Isco al espacio para marcar el 2-0 que cerraba definitivamente el partido contra el Espanyol. Y todo esto lo hizo, adems, un 18 de febrero, San Frctulo y Santa Prepedigna, adelantndose casi en un mes y medio a los negros vaticinios de todos los expertos mundiales en tendones peroneos que, de repente y sin previo aviso, afloraron en Espaa al poco de caer lesionado el jugador, all por el mes de noviembre.
Bale es mi futbolista favorito. Ya lo era cuando comparta vestuario en el Tottenham con Luka Modric, otro que tampoco iba a llegar a nada segn los sabios de guardia; pero cuando reconoci que era merengn desde pequeito y amenaz a Daniel Levy con colgar las botas si se interpona entre l y su sueo, que no era otro que el de vestir la camiseta del Real Madrid, me conquist para siempre. Por si esto fuera poco, a Bale le recibi el Tata Martino nada ms aterrizar en Espaa con un cctel (Martini, claro) con demagogia barata y soberbia agitadas, no mezcladas ("Sus nmeros son una falta de respeto para el mundo") y algn Unamuno nos advirti incluso que el chico no saba jugar al ftbol.
Pero Bale sigui a lo suyo, sonriendo y jugando, sonriendo y entrenando, sonriendo y marcando un golazo en la final de la Copa de 2014, sonriendo y marcando otro golazo en la final de la Champions de ese mismo ao, sonriendo y lanzando (lesionado) un penalti decisivo en la final de Miln de 2016 ante el Atltico de Madrid. Hoy, dos Copas de Europa, dos Mundiales de clubes, dos Supercopas europeas y una Copa del Rey despus, uno ha de reconocer que lo del Real Madrid aquel 1 de septiembre de 2013 fue llegar y besar... el santo Bale.