Crnica de un viaje por Madrid de los campeones de Europa 104n1j
domingo, 4 junio 2017, 20:38
20, HORAS TARDE SOLEDADA DE DOMINGO, COMUNIDAD DE MADRID
Los tres capitanes levantan la Copa encima de un andamio. Cristiano, ms rapado, la seala. Sergio la levanta. Marcelo, genio despeinado, acompaa los gestos. La gente vibra y muestra el cristal oscuro de los mviles. El sol ilumina el blanco plata de la copa y miles de personas, arracimadas como un coro de guerreros felices, gritan su alegra saludando a los hroes.
Durante un momento, an ms que el sol, y que las palabras de alabanza de la presidenta, el recuerdo del partido vibra en cada una de las mentes que rebosan de gozo.Florentino Prez sonre sin que nadie pueda saber el ocano de sensaciones que debe haber adentro. Seguro que una mezcla de satisfaccin, alegra, gozo, plenitud, corazn lleno por haber conseguido el reto ms grande. Zidane parece ajeno. Su humildad le hace contraerse en estas situaciones. Su mayor preocupacin es saludar a los chavales que le tienden sus manos.
Al volver a entrar en el autobs los jugadores la tarde veraniega acoge miles de selfies que van acompaando su camino. Se dirige hacia la Cibeles, donde muchos ms miles de aficionados esperan con la garganta ardiendo. Seguro que en ningn momento el gran partido de ayer se ha alejado del cerebro y los sueos de los madrdistas que aplastan en multitud el asalto.
La Cibeles espera la segunda copa que haba pedido. Sentada en su trono acepta que la visiten otros dioses de carne que hanconquistado el Olimpo. Son las ocho y cuarto de la tarde y el aire se funde con la emocin de un aficin rendida a sus dolos. Abro mi blog. La diosa cambia su ptrea seriedad por una sonrisa.
20,30 HORAS, EL CHOCOLATE DE ORO DE LA ALCALDESA. LA CIBELES RECIBE A LOS DIOSES DE CARNE. HACIA ELESTADIO.
El autobs llega al ayuntamiento. Los recibe la alcaldesa con unas monedas de chocolate que representan el oro de los ms grandes. En el atril Florentino Prez se ha acordado de la alegra de los 65.000 nios que viven en zonas deprimidas y despiertan sus sueo en las escuelas deportivas del Madrid. La alcaldesa es breve. Lo bueno si breve dos veces bueno, debe pensar. Los jugadores reciben el regalo municipal. Marcelo, con su habitual humor, pide chocolate para su hijo. La comitiva se sube a un autobs descapotable. Arriba espera el cuerpo mdico. La copa viaja en la proa. A su lado como siempre Marcelo sonre. El autobs triunfante comienza su camino. Va hacia la Cibeles. La plaza rebosa banderas y camisas blancas. Las sirenas de los coches de polica invaden la tarde. El sol no quiere irse por detrs de los rboles, pues desea seguir viendo el espectculo.
Ms de cincuenta mil personas esperan al autobs que se acerca por Castellana. Mientras, el cielo azul se va poniendo blanco. Algunas nubes aparecen por el horizonte. El centro de Madrid est invadido por la alegra. Familias, enteras, jvenes, ancianos, nios, la gente, en su mxima expresin, espera al Madrid. En la cabecera del autobs Marcelo, Sergio, Keylor, Carvajal, graban el imperio del gento que reina alrededor de la diosa. Se produce una comunin hermosa entre la comitiva y la gente. Isco, Morata, James, Modric, tienen el rostro lleno de asombro viendo el inmenso espectculo. Al lado Asensio, Lucas...el propio Zidane, que observa tranquilo, absorben el impacto multitudinario de la alegra.
Una nube de confeti blanco envuelve al autobs cuando llega a la Cibeles. Los jugadores suben a la plataforma que rodea a la diosa. Miles de fotografas envuelven el atardecer. Bale, Varane, Casemiro...sonren expectantes. Los jugadores bailan. El pblico sigue sus movimientos. El orgullo impera en todas las miradas. Zidane mira en silencio, solo muestra una pasin contenida. Asensio envuelto en la bandera dice que jams pudo imaginar que sera tan grande ganar la Champions. El ritmo "Campeones, campeones..." envuelve los rboles. Suena la voz de Freddy Mercuryc cantando su "We Are the Champions". Ramos ofrece la copa a la diosa entre una niebla de papel que late en el viento. La voz poderosa de Plcido Domingo agarra con su garganta el aire bello de la tarde. Todos se van al estadio. Comienza la fiesta. Este paseo solo ha sido un prlogo.