Pedrito, te echamos de menos 5by68
miércoles, 6 octubre 2010, 10:47
La primera vez que vi jugar a Pedrito, hace ahora tres años, me pareció un futbolista impetuoso, pero también atolondrado y poco resolutivo. En la pretemporada del Barça de dos veranos atrás tampoco llamó en exceso mi atención, pese a que tuvo un papel bastante destacado. No tardé en darme cuenta de que había tenido menos ojo con el chico que la casa discográfica Decca cuando rechazó a los Beatles. Bueno, quizá no tanto, pero es cierto que no supe ver al jugador de técnica excelsa, energía incontenible y superdotado para el remate a portería en que se estaba convirtiendo el tinerfeño. Como acto de contricción, hice una hora y media de cola en el Nike Store de la Gran Vía para comprarme su camiseta y le recé diecisiete oh le lé, oh la lás a la Virgen del Gol de Abidal, patrona de los imposibles.
Como hiciera Luis Enrique (un momento, por favor, que me pongo de pie) cuando compartió vestuario con Ronaldo vestido de azulgrana, Pedrito fue el encargado de apuntalar durante la temporada pasada el frenesí goleador de Messi. Por si fuera poco, se convirtió en un auténtico estandarte de fe y logró dianas tan decisivas como la que permitió al Barcelona empatar in extremis la final del Mundial de Clubes. En este comienzo de campaña, sin embargo, echamos de menos su efectividad realizadora. Nuestro Pedrito anda extraviado desde la Copa del Mundo, la única competición del curso en la que se fue sin marcar y en la que además quedó como el chupón del equipo campeón tras escatimar un gol a un Fernando Torres famélico. Precisamente él, que siempre ha sido un ejemplo de entrega y generosidad. Si no se recupera pronto, será un problema mucho más grave que el paso atrás de Bojan (que lo ha dado, aunque odie reconocerlo) o las escasas reservas de combustible de los mundialistas titulares.
Para invocar la segunda venida de este moderno Manchón llegado de las islas Canarias, aquí les dejo un vídeo del inmortal Eduard (D.E.P.) y su Barça de las Cinco Copas dándole un meneo al Madrid de Di Stéfano. Y es que la historia del fútbol español es muy bonita, amigos lectores, pero hay que contarla completa. Ya me entienden.