Hoy por hoy es el mejor equipo que hay. Lo demostró en Mestalla.
Sufrió en los primeros veinte minutos mientras el Athletic fue
capaz de presionar. Según se le acabó el fuelle, fue
apareciendo un Barcelona soberbio e implacable. Con el paso de los
minutos fue comiendo el terreno y destrozando a un rival que era incapaz
de seguir el ritmo que marcaban los azulgrana. Y es que cuando el
Barcelona comienza a mover la pelota con esa endiablada rapidez no hay
quien pueda seguir su ritmo.
Ganó con una autoridad aplastante. Nadie debe olvidar que era un
equipo que tenía cinco bajas respecto a su equipo titular:
Valdés, Abidal, Márquez, Iniesta y Henry. E incluso
así, barrieron del campo al Athletic. En España su dominio
es absoluto y en Europa queda por ver si es mejor que el Manchester o no.
El Barcelona consiguió ayer la Copa y ya puso el cartel de
grandísima temporada a este ejercicio, tal y como explicaba ayer.
El doblete ya está en el bolsillo y queda por ver si ésta
se convierte en la mejor temporada de la historia azulgrana.
Independientemente de lo que pase en Roma, lo más importante para
el club azulgrana es que ha invertido la tendencia de los dos
últimos años. Se acabó la sequía y la
moción de censura es ya sólo un recuerdo. La Directiva ha
salido reforzada con este doblete y el club tendrá la
tranquilidad institucional que necesita.
Un apunte. Es increíble que cada celebración del
Barça en Canaletas acabe con incidentes y con detenidos. Y este
fin de semana, seguramente más. A ver si alguien hace algo de verdad.
Ya llega el gran día. Tiene razón Guardiola cuando se
queja de que ellos también tienen derecho a ganar la Copa. Parece
que sólo el Athletic puede llevársela después de la
expectación que ha creado entre su afición. Es
lógico, el tren de los títulos pasa de pascuas a ramos por
Bilbao. La frecuencia es mucho mayor por Barcelona. Pero el de hoy no es
un título menor. El conjunto de Guardiola tiene la oportunidad de
conseguir que esta temporada sea la mejor de la historia para el club.
No vale ningún tipo de relajación en Mestalla. Ni por
parte de los jugadores ni por parte del entrenador que debe alinear a lo
mejor que tiene sin pensar en otros condicionantes. Esta Copa
será la que ponga el apellido a la temporada. Ganar la Liga
supone simplemente una buena temporada. No es nada desdeñable,
pero ya son 18 veces las que ha conseguido este título. Ganar al
Athletic supone el doblete y eso ya son palabras mayores. Solamente lo
alcanzó en cuatro ocasiones. Liga y Champions sería
espectacular, algo que solamente lo pudo hacer dos veces, una con Cruyff
y otra con Rijkaard en el banquillo. Y el triplete está
inédito. Nadie pudo con ello en los más de cien
años de historia del club.
Por eso lo de esta noche es tan importante. Y no parece. En los
últimos días se ha hablado solamente del 2-6 del
Bernabéu o del Iniestazo de Londres. De la Copa no ha hablado nadie hasta hoy. En
motivación el Athletic va tres pueblos por delante. Veremos en el campo.
Al final, el debate sobre quién jugará el partido de
Mestalla se está resolviendo por sí mismo. A Guardiola no
le hará falta comerse la cabeza para ver si alinea a los
titulares o, por contra, a los suplentes que precisamente han llevado al
equipo hasta ahí arriba. Pep no va a contar con varios titulares
por lesión o sanción. Henry, Iniesta, Márquez y
Abidal no estarán y todo hace indicar que Valdés no
jugará para dejarle el puesto a Pinto que tan bien se lo ha
ganado en los anteriores partidos.
Por tanto, frente al Athletic tendremos a un híbrido entre
jugadores titulares y suplentes. ¿A quién alineará
Pep? Alves tiene toda la pinta ya que es prácticamente
insustituible y al no jugar en Roma esatrá en el once de
Mestalla. Por la banda izquierda estará Sylvinho, uno de los
fijos en Copa. En el eje central Piqué y Puyol. Es una pareja de
auténticas garantías. Cáceres no cuenta para el
mister y sólo jugaría en caso de necesidad, algo que puede
suceder en Roma.
En el centro del campo Xavi tendrá que estar. Sin Iniesta, su
concurso es fundamental. Y entre Keita, Busquets y Touré
saldrán los otros dos titulares. Me vale cualquier
combinación. También podría entrar Gudjohnsen, pero
viendo lo que hizo el domingo, mejor reservarlo.
Adelante es donde hay un montón de posiblidades. Messi
será uno de los fijos. Sin Iniesta, el juego ofensivo del equipo
necesita a un futbolista realmente desequilibrante. Bojan debería
jugar, se lo ha ganado. La pregunta es si con Etoo o con Hleb. Pep
podría sentar de entrada al camerunés y reservarlo para el
final dando entrada a Hleb. Pero la verdad es que el técnico
tampoco se fía mucho del bielorruso. Se iten apuestas.
DON ANDRÉs es un jugadorazo, pero tiene o tenía un
pequeño defecto, la falta del gol. No para de quejarse en el
vestuario de eso. Se lo dice a sus compañeros y se lo dice a su
técnico: "Es que me falta el gol". Pues a partir de
ahora que nadie lo vuelva a repetir. Casi da igual que no vuelva a meter
un gol en su vida, con el de Stamford Bridge ya ha cubierto el expediente.
Este gol marcará un antes y un después en DON
ANDRÉS. Decía uno de vosotros hace unos días,
cuando yo planteaba si era el mejor jugador del mundo, que mientras
Messi ganaba partidos, Iniesta conseguía competiciones. Ahora
también gana partidos. Y es que DON ANDRËs se ha convertido
en el jugador referencia del Barcelona. Siempre vivimos eclipsados por
los jugadores de fuera, pero ya no es ninguna utopía que este
futbolista se lleve el Balón de Oro. Lo tiene todo y es el motor
del equipo. Messi es un fuera de clase, pero si el Barcelona está
en la final de Roma es por Andrés Iniesta.
Y ya mirando en clave de la final de la Copa del Rey, la lesión
de Henry colocará a DON ANDRÉS en la banda izquierda.
Malas noticias para Caparrós. Cuando se mueve por esa zona es un
auténtico peligro para el rival.
Todavía colea la impresionante exhibición azulgrana del
Bernabéu en todos los foros culés cuando el equipo se ve
obligado a cambiar el chip y ponerse a pensar en el partido que viene
frente al Chelsea. Ahora no hay tiempo para disfrutar, hay que volver a
ponerse el mono que el partido de Stamford Bridge viene fuerte. En
teoría, el Barcelona no debería de tener ningún
miedo. El sábado demostró de lo que es capaz. Fue una
auténtica sinfonía de fútbol con un director de
orquesta sublime como fue Xavi Hernández. Qué recital el
del canterano!!! Pero allí estuvieron a un gran nivel Herny,
Messi e Iniesta. Sin olvidarnos de Pep, que hizo un planteamiento
extraordinario sorprendiendo a Juande con la posición de Messi.
Pero que nadie se lleva a engaño, el partido frente al Chelsea
no será el paseo que se dieron los azulgrana en Chamartín.
En primer lugar porque los ingleses van sobre aviso. Hiddink no
perdió detalle de lo sucedido. No será lo mismo porque la
presión del Chelsea será de verdad y no lo que hizo el
sábado el Madrid. Los ingleses demostraron cómo hay que
defender y ahora, en su campo, será una presión más
agobiante favorecida por las reducidas dimensiones de su campo.
El Barcelona tiene un reto enorme al alcance de la mano. Puede ser la
mejor temporada de la historia. La Liga ya está en el bolsillo,
la Copa más a tiro que nunca y la Champions depende de lo que
suceda en Stamford Bridge. Y no será lo del Bernabéu.
Se confirmó la lesión: Márquez se perderá lo
que queda de temporada por unos problemas en el menisco. Una muy mala
noticia para Guardiola. Aunque los elogios se los han llevado otros, la
temporada del mexicano estaba siendo excepcional y se había
convertido en uno de los pilares del equipo. Pep sólo habla
maravillas de él.
No es de extrañar. Defensivamente está rindiendo a un
nivel muy alto, teniendo en cuenta que ésta no es su mejor
virtud. Lo mejor de Márquez es la opción que da al equipo
en la salida del balón. En muchos partidos, el rival anula con su
defensa a Xavi, principalmente, e Iniesta. Aquí es donde aparece
Rafa. El equipo puede retrasarle el balón para que lo juegue
desde más atrás y aproveche ese pase largo tan preciso que
tiene. En este sentido equivale al Koeman del Dream Team.
Y no hay que olvidar su faceta goleadora. Tiene un buen disparo y marca
de falta directa. Pero, sobre todo, es un arma letal en los corners o
faltas laterales, ya sea en el primer remate o peinando el
bálón al segundo palo para que otro remache la jugada. Un
futbolista muy completo que ha adquirido un alto grado de madurez esta temporada.
Su ausencia se va a notar. Ya vimos en Valencia que al Barcelona le
faltó salida de balón ante la presión del equipo
valenciano. Rafa estaba en el banquillo. Y se notará en Londres
frente al Chelsea. Aquí, además, su ausencia se suma a la
de Puyol. En campos como Stamford Bridge la experiencia es un grado y
ante Drgoba Pep tendrá que poner a Piqué, seguro, y Abidal
o Cáceres. Mal momento para caer lesionado.
El Madrid se ha puesto a cuatro puntos. Justo antes de que se celebre el
clásico. Hicieron un buen trabajo el fin de semana. Supieron
ganar en un campo complicado un partido que se les había puesto
cuesta arriba. Y siguen con su espectacular trayectoria desde que Juande
cogió el timón de la nave blanca.
Pero en el Barça no se inmutan. Hablas con ellos para ver si
flaquean, para ver si hay miedo, si les ha llegado el canguelo, pero no.
Los azulgrana mantienen con firmeza sus creencias en este equipo de
Guardiola que les ha hecho vivir ocho meses de ensueño. La
culerada, por lo general, está convencida de que el Barcelona
ganará en el Bernabéu. Y no es una reacción tan
normal como puedan pensar algunos. El culé tiende con demasiada
frecuencia al miedo. Pero esta vez no, esta vez hay confianza en su equipo.
No es de extrañar. El Barcelona ha sido muy bueno este
año, pero estos partidos se deciden muchas veces por detalles. Y
hay algunos que juegan a favor del Madrid. Los de Juande van crecidos de
moral y han demostrado que, sin hacer un fútbol vistoso, saben
competir mejor que nadie. Y luego está el detalle de la
Champions. El desgaste es inevitable porque en estos partidos ya no
valen las rotaciones. Aquí juegan los mejores. Lo harán
frente al Chelsea, lo harán el sábado y lo volverán
a hacer en Stamford Bridge. Y el Madrid, descansando y viéndolo
por la tele, sin ningún riesgo de lesión.
Lo del sábado está muy abierto. Insisto, no hay nadie en
el mundo que juegue mejor que el Barça. pero seguramente, no hay
nadie que sepa competir tan bien como el Madrid.
El partido que se marcó el miércoles DON ANDRÉS fue
antológico. Ya nos venía avisando en los últimos
partidos. Siempre juega bien, nunca se esconde, está en todas las
acciones de peligro... Frente al Sevilla lo bordó. Abrió
la lata a los dos minutos con su gol y luego demostró su inmensa
generosidad dando tres asistencias para los tantos de Etoo, Xavi y Henry.
Siempre tenemos la tendencia a mirar a los que vienen de fuera, pero
deberíamos empezar a plantearnos si estamos ante el mejor jugador
del mundo. Uno de aquí. Uno de los nuestros. Un manchego de
Fuentealbilla. No es una idea descabellada. Solamente hay que ver
cómo está jugando este año, cómo lo hizo en
las anteriores temporadas y su aportación en la Eurocopa. Y por
títulos que no quede. Lleva un par de Ligas, una Champions, una
Eurocopa de naciones... y esta temporada se va a ampliar.
No es tan mediático como Cristiano Ronaldo, ni marca tantos
goles como Messi, pero DON ANDRÉS es una máquina de
fabricar ocasiones para su equipo y de dinamizar su juego. Lleva siete
asistencias esta temporada. Está a la altura de los más
grandes y lo mejor es que todavía sigue creciendo como
futbolista. Caparrós debe estar dándole vueltas y
más vueltas para ver como le frena en la final.
El pasado sábado asistimos a otro espectáculo de Joan
Laporta. Esta vez fue en el palco de Getafe cuando se marchó
visiblemente enfadado, dano un empujón a su compañero de
Junta Rafael Yuste y con aspavientos mientras subía las escaleras
de salida del palco. El motivo no fue otro que el arbitraje de Turienzo.
El colegiado, es cierto, estuvo realmente fatal. No vio un
clarísimo penalti sobre Messi y le invalidó una jugada por
un fuera de juego que no era cuando se iba solo hacia el portero rival.
La caída de Etoo en la primera parte ya es más dudosa.
Personalmente, no la habría pitado.
Pero lo que nos centra no es Turienzo sino el genio de Laporta. El
presidente azuglrana necesita una dosis de autocontrol. Nos tiene
acostumbrados a que de tanto en tanto y con relativa frecuencia, nos
monta una escena en los palcos. Curiosamente cuando es visitante. Esta
misma temporada fue en Montjuïc frente al Espanyol, con el
célebre 'No me toques' que le soltó a un directivo del
Espanyol. O la imagen insultando airadamente al árbitro en el
partido de semifinal de Champions de la pasada campaña en Manchester.
Laporta representa a 170.000 socios y muchísmos más
aficionados del Barcelona y debe aprender a controlarse. Un poco tarde,
me dirán. Puede ser, pero nunca es tarde si la dicha es buena y
el próximo día 13 tenemos un palco lleno de VIP's. Con la
presencia del Rey, sin ir más lejos. Esperemos que ahí
sí se comporte como debe.
En Múnich se volvió a vivir otro desagradable
capítulo protagonizado por los Boixos. Cinco de ellos agredieron
a uno de los de seguridad del club. Esta temporada ya la
habían montado en Montjuïc con el lanzamiento de bengalas
desde la grada. Uno de los mayores logros de Laporta ha sido el de
expulsar a los violentos de su estadio, pero fuera del Camp Nou siguen
haciendo de las suyas.
¿Es responsable el Barcelona de estas acciones? En el caso de
Montjuïc no tuvo ninguna culpa. Los Boixos consiguieron las
entradas en taquilla como cualquier aficionado. Para el partido de Copa,
el club espanyolista tomó buena nota y decidió, en una
medida valiente, vender entradas sólo a sus socios. No hubo incidentes.
El caso de Múnich es más complicado. Los Boixos
consiguieron las entradas merced a la complicidad de la Peña
Riojana del propio club azulgrana. De la peña o de su secretario,
es igual. ¿Puede el Barcelona controlar esto? Es difícil.
Aquí, al Barcelona le han traicionado desde dentro. Me consta que
en el club están muy preocupados por este aspecto y buscan
medidas para evitar que se repita en el futuro esta situación.
Todos lo celebraremos. En Valencia no puede haber ningún Boixo.
La final debe ser un ejemplo de deportividad que borre el mal sabor de
boca que dejaron los incidentes producidos en el mismo terreno de juego
hace veinticinco años estos dos equipos. No peude haber violencia
ni dentro ni fuera y eso pasa por que los Boixos no consigan una
entrada. El Barcelona no puede volver a fallar.