Llorar en tiempos revueltos 5wn3l
domingo, 15 diciembre 2013, 23:17
REAL MADRID. El arbitraje de Clos Gmez en Pamplona fue lamentable. Como los cambios de Ancelotti, la hora larga del Real Madrid sin jugar a nada, el partidito infumable de Bale, la apata de Di Mara o la temporada en Babia (provincia de Len) de Sergio Ramos. El nivel de incompetencia arbitral alcanz cotas de gran altura. Pero la calamidad vestida de negro no justifica por s sola una mala tarde del Madrid en la oficina. Ni el rbitro debe servir de excusa ni el Madrid abandonar la senda marcada. No se puede mostrar debilidad slo porque unmal rbitro pit al revs.
ATLETICO DE MADRID. No entraba en las cuentas de nadie que el Atltico de Madrid estuviera arriba cuando estn a punto de sonar las zambombas. El "partido a partido" de Simeone se ha convertido en una filosofa de vida. El mundo rojiblanco no se distrae con Balones de Oro, Galas y otras zarandajas oficiales. Ni siquiera les preocupa jugar mal, como la primera parte ante el Valencia. En el Atltico slo importa chupar la sangre del contrario y dejarle las venas como un amasijo de hierros. Que le pregunten a Djukic, cuyo trasero est sentado sobre un avispero.
BARCELONA. El Tata Martino sigue empeado en hacer ver al resto del mundo lo que no es. Convencernos de que el Bara jug bien ante el Villarreal es fumar debajo del agua. Asegura el tcnico argentinoque es una faena el parn navideo porque el Bara est bien. Es justo al revs. Si hay un equipo que necesita el parn navideo es el Bara. Lo necesita tanto o ms que el bceps femoral de Messi. Nunca un club dependi tanto de un msculo.
CRISTIANO RONALDO. Hacerse un museo cuando Rafa Nadal todava no tiene el suyo es una osada para cualquier deportista profesional. Cristiano Ronaldo lo es. Es osado, pagado de s mismo y le gusta mirarse en el espejito mgico. Antes de ir al museo de Ronaldo habra que visitar otros que merecen, por palmars, la pena. Al menos, se ven ms copas.El museo de Ral, el de Casillas, el del mismo Gento, con suscopones de Europa. El problema es que ellos no tuvieron la osada que s tiene Cristiano de contruirse un panten en vida. Debera haber esperado a retirarse, pero no lo ha podido resistir.