El don de la inoportunidad 6dx6q
jueves, 5 noviembre 2015, 16:43
Hay que ser inoportuno para hacer un besamanos antes del partido contra el PSG y tocarle las narices a la estrella del equipo. Cualquier presidente futbolero, mnimamente conocedor de los cdigos de un vestuario, se planta en las escaleras del autocar y va dando golpes en el pecho de sus muchachos.Florentino, no. Florentino se pone a pedir explicaciones a un empleado y lo hace justo en ese momento en que el jugador slo quiere llegar a la intimidad de la caseta y concentrarse en su trabajo. As que Cristiano Ronaldo se fue hacia la taquilla pensando en qu mosca le habra picado esta vez al presidente.
Cristiano tampoco estuvo bien, ni en el csped ni fuera del csped. Durante el partido exhibi una alarmante desconexin, fall lo aparentemente sencillo y cay en un defecto pocas veces visto en l: desapareci. Fue intrascendente en el juego.
Su puesta en escena tras el pitido final tampoco ayuda. Ese colegueo con Laurent Blanc, esa familiaridad imposible de imaginar con Bentez... a santo de qu?
La guinda lleg cuando Cristiano se despidi del jeque. Si la noche haba empezado con el besamanos a Florentino, termin con el guio al jeque, el tpico gesto que uno le regala a su mejor cmplice. Le falt colocar el pulgar y el meique en plan: "Venga, luego, si eso, me llamas".
Decididamente, no. No fue la noche ms oportuna para que un presidente pidiera explicaciones a su delantero ni para que ese delantero se mostrara ms cercano con el entrenador y con el jeque rival que con los suyos propios. Todo, convenientemente retransmitido en directo a medio mundo en HD y con sonido Dolby.
No la noche en que el Real Madrid tiene que empezar a decidir si quiere buenos nmeros o buen juego. O las dos cosas. Eso sera lo suyo.