El Madrid vive de los socorristas de guardia 6th3p
lunes, 8 febrero 2016, 12:03
El Madrid va tirando de salvavidas, de socorristas ocasionales que aparecen puntualmente cuando ms se les necesita. El primer socorrista, porque as lo decidi Florentino Prez, fue Rafa Bentez. Lleg como salvapatrias, con la vitola de tcnico moderno y trabajador.
Aquello no funcionaba. El Madrid se arrastraba mal que bien porque encontr en Keylor Navas al empleado del mes. All donde el Madrid estaba a punto de ahogarse, acuda Keylor con el salvavidas y la boya, en plan vigilante de la playa.
Cuando ya no alcanzaba slo con el portero, corri el turno en el banquillo. Florentino despach a Bentez y coloc un nuevo socorrista: Zidane.
Su presencia en el estado de nimo de la plantilla fue inmediato. El buenrollismo se tradujo en un juego ms atractivo, burbujeante, con goleadas por doquier y anunci un horizonte despejado y prometedor para el Madrid. Ayud la bonanza del calendario y seguir la Copa por la tele. La Copa ha sido el nico escenario en el que el Madrid no ha encontrado socorrista esta temporada, por mucho que intentara colocarle el muerto al Villarreal y a la Federacin.
MODRIC. Pero hasta el efecto Zidane tiene sus lmites. El Madrid ya sufri ante el Betis y anoche, ante el Granada, pas las de Can. El partido encontr a Modric de servicio. Del juego vistoso y chispeante, de la posesin y de las virgueras de los primeros encuentros con Zidane en el banquillo apenas quedaban unos rescoldos. Zizou, como Bentez, necesitaba un salvavidas. Lo encontr en Luka. El croata activ el modo multiusos y con su cuerpo de avispa, su elegante manejo y su inteligencia privilegiada hizo todo lo que tena que hacer. Incluso perder el baln que le dio el empate al Granada.
Pero dej boquiabierto al personal con el misil tierra-aire que clav en la escuadra. Tuvo el mismo efecto que lanzar un cabo a un nufrago. Zidane ya tena su flotador.
El Madrid cumpli el ritual de la temporada. Lo salv la jugada aislada, el golpe de calidad, la accin escondida. Pero volvi a dar la impresin de ser un equipo cogido con pinzas ms que un grupo cuajado, con una idea de juego a la que agarrarse.
El Real Madrid se salva por detalles, por acciones aisladas. Un golazo aqu, un paradn all, un aldabonazo moral en forma de entrenador nuevo... Lo que dure esta forma de ganar es un misterio. Incluso en estas condiciones podra ganar la Liga de Campeones. Ah no se necesita tanta ingeniera. La Champions es una competicin de momentos y el Madrid es justamente eso, un equipo de fugacidad e instantes.
EL NIO. Cuando Florentino haca aquellas presentaciones faranicas, el Bernabu se le llenaba de algunos madridistas y de muchos turistas. Haba ms japoneses que socios. Cuando el Atltico present a Fernando Torres, hace poco ms de un ao, el Caldern se llen de correligionarios. No haba un slo japons con prismticos aquella maana. All la gente fue a ver cmo Moises abra las aguas.
El fenmeno Fernando Torres hay que entenderlo ms desde la sociologa que desde el ftbol. Desde el ftbol, al menos en esta ltima temporada, hay poco que explicar. El gol 100 no es ms que la histora de una frustracin. Empezaba a provocar incluso ternura la forma en que Torres buscaba redondear la cifra. Ha tardado una vuelta. Se dice pronto. Cualquiera estara crucificado.
Sin embargo, el gol 100 ha sido la mayor manifestacin delTorrismo ilustrado desde el ascenso. Su celebracin le honra. Entregar la camiseta a Manolo Brias, su descubridor, fue, en el fondo, un homenaje a todos los Brias que se dejan la vista y el instinto por los campos de Espaa. En eso, Fernando s es el mejor.