A la Juve se le escaparon los toros 492j3
domingo, 4 junio 2017, 09:02
La Juve encerr a once toros en el primer tiempo pero cometi un error fatal: se dej el portn del corral entreabierto y se le escaparon los miuras. Ni siquiera pudo reaccionar. Si el Madrid se desboca, slo cabe minimizar el dao. Cuatro goles en contra es un marcador razonable para volver a Turn con cierta dignidad vista la segunda parte.
Pocas veces se juega una final con el vigor competitivo, con la autoridad, con el cuajo y con la hambruna que el Madrid exhibi en un medio tiempo fabuloso. Es posible que subir a la luna tres veces en cuatro aos otorgue la propiedad moral sobre el satlite. Porque as juega este equipo las finales de la Champions/Copa de Europa: como si el trofeo fuera suyo. El rival lo sabe, la aficin lo sabe, el mundo lo sabe. Y bajo esas reglas hay que jugar el partido.
Sometidos... a medias
La Juve es una excelente organizacin futbolstica que entronca con la tradicin italiana de encajar poco y sacar mucho de la nada. As sali al campo y as someti al Madrid durante un periodo largo. Contest al gol de Cristiano con una extraordinaria maniobra de Mandzukic y por momentos se jug a lo que queran los italianos. Como en los viejos tiempos. Eso fue todo. No hubo ms Juve despus del descanso.
La impoluta organizacin de Allegri se encontr con una manada hambrienta. Cuando el sistema cardiorrespiratorio de la Juve encontr su tope, emergi el magisterio de Isco, la sabidura de Modric y Kroos, la fontanera de Casemiro y el instinto depredador de Cristiano. El Madrid dej de sufrir y despedaz todo cuanto encontraba a su paso: la leyenda de Buffon, el blindaje de Chiellini y Bonucci, y la fantasa de Dybala. Se jug un partido disputado una y mil veces por el Madrid. Y ah, en su terreno, es un equipo imbatible, haya por medio unas cervezas o una Copa de Europa.
Consecuencias
Aunque es tiempo de festejos, la final arroja tambin algunas certezas. Por ejemplo, el fin de la BBC, su escasa vigencia. Al menos, como punto de partida. Este Madrid juega mejor con un mediapunta -se llame Isco o Asensio- y en la portera tiene menos problemas de los que parece. O quiz ninguno. Y, desde luego, crece la emergente figura de Zidane. Lleg de parachoques presidencial y hoy es entrenador. Con maysculas.