La prudencia mata al Bara d2g5z
jueves, 21 febrero 2013, 14:13 5t252r
1.- El Bara pierde un partido en el que juega mal y el Milan conquista el triunfo a partir de una organizacin defensiva excelente que parte de una premisa rotunda: obliga al Bara a jugar donde quiere el Milan. Al Bara se le reaviva su peor pesadilla: no la de tener enfrente un equipo muy cerrado, sino a un gran equipo muy cerrado.
2.- Nada que ver y mucho que ver con la pesadilla del Chelsea en las pasadas semifinales de Champions. Tambin fue un gran equipo encerrndose en una muralla para impedir que el Bara entrada por las rendijas. Pero el Bara entr, dispar 23 veces contra la portera de Petr Cech, lleg a dominar 2-0 el partido de vuelta (eliminatoria resuelta) y si cay fue por seguir persistiendo en el ataque y protegerse poco. Aquel Chelsea se defendi mucho, pero no bien.
3.- El Milan se defendi de manera exquisita en un 4-5-1 oscilante en el que la lnea de medios result decisiva: bascul de forma acompasada, se movi con la flexibilidad de un acorden, redujo los espacios a su espalda para que la lnea defensiva no padeciera y contuvo al Bara en una zona intrascendente, cinco metros por delante del crculo central. Los mediocentros "flotaron" a Messi para anularle por ahogo y siempre priorizaron cerrar los espacios por dentro, conduciendo al Bara a un atasco monumental. Vean la ubicacin-promedio de los jugadores del Bara (cortesa de Abel Rojas) para cerciorarse.
4.- La revisin del partido permite ver que el Milan no regal las bandas tanto como pareca a simple vista. Dos jugadores resultaron esenciales para ello: Boateng en derecha y El Shaarawy en izquierda. Ambos alternaron las ayudas: hacia dentro, colaborando con sus interiores, cuando el Bara se mova por los pasillos centrales; y hacia fuera, apoyando a sus laterales, cuando el equipo de Jordi Roura pretenda abrirse. Detrs de ambos, Ambrosini cuaj un partido memorable como jefe de operaciones, dirigiendo la flexible tela de araa milanista.
5.- Con la salida de baln muy bien cubierta por el centro, el Bara se vio obligado a mover en el crculo central en movimientos horizontales que trasladaban el cuero a los laterales y lo devolvan al centro. El primer cuarto de hora ya refleja en toda su magnitud los planteamientos: el Milan es una muralla y un acorden; el Bara controla pero no somete: busca tener lo que denominamos "posesin defensiva", defenderse con el baln pero sin agredir con el baln.
6.- A 180 minutos no es un mal plan aunque no siempre sale bien. Esta vez le sale muy mal. Hay dos sntomas de que el Bara busca limitar riesgos: Xavi se acerca a Busquets, casi en doble pivote como a principios de temporada; y Valds saca todos los balones en largo. Son los dos "cinturones de seguridad" de inicios de curso, cuando Tito Vilanova apenas estaba tomando posesin. Denotan precaucin.
7.- Ambas medidas acaban perjudicando ms que beneficiando. Los saques en largo del portero terminan siempre en poder del Milan. El doble pivote no genera mayor seguridad, sino ms ineficacia y graves problemas posicionales. La sensacin de seguridad es falsa porque provoca ataques de baja calidad y cuando ataca mal, el Bara se defiende peor. Cuando mejor defiende es cuando ataca a partir de un nico mediocentro y con ms receptores libres por delante. Parece ms arriesgado, pero lo es menos.
8.- Pero opta por la precaucin. Iniesta abandona la punta izquierda y se suma al atasco en la carretera central. Ya estn todos por el centro, sin espacio para respirar, y el Milan se defiende sin sufrir. Le basta con moverse como un acorden y enjaular a Messi en cuanto el argentino recibe el cuero (vean el mapa de calor). A los 28 minutos, Messi busca soluciones y se va a la banda derecha, probando una variante que parece dolerle al Milan: le han cambiado el plan y ah si sufre. Pero Messi apenas dura ocho minutos en el costado y pronto regresa al atasco central. El Bara pierde una oportunidad de herir.
9.- De hecho, se evidencia que el Bara no quiere herir: quiere no ser herido. Se defiende con el baln, no "agrede" con el baln. Busca un 0-0 que le permita romper la dinmica de toda la temporada, en la que para marcar muchos ms goles tambin est encajando ms. Veamos las cifras:
10.- Ha disputado 40 partidos oficiales, ganado 31, empatado 5 y perdido 4. Ha marcado 115 tantos (2,87 por partido) y encajado 44 (1,10). Ha marcado gol en 38 de los 40 partidos: solo no lo hizo ayer en San Siro y ante el Benfica en partido intrascendente. Ha encajado gol en 29 de los 40 encuentros y desde hace 10 consecutivos recibe por lo menos uno. La ltima vez que dej su portera a cero fue el 10 de enero ante el Crdoba. El promedio de goles marcados es bastante superior a la media de los ltimos cuatro aos: 2,87 por partido frente a los 2,57 que tena. El de goles recibidos tambin es superior: con Guardiola promedi 0,74 y ahora va por 1,1 encajados por encuentro.
11.- Todo lo anterior es fruto de una decisin tcnica estratgica. Tras padecer en el pasado muchos problemas ante equipos enmurallados (Chelsea como paradigma), Vilanova opt por abrir y separar lneas, controlar menos el juego y abandonar algunos principios posicionales. Pretenda ser menos previsible, menos ortodoxo, e incitar a los rivales a abandonar sus ptreos castillos. El balance ha sido positivo: ha marcado bastantes ms goles a cambio de encajar ms, pero ganado la mayora de partidos.
12.- En Miln opt por una va intermedia: ni el control con agresividad de Guardiola, ni la agresividad sin control de esta temporada. Un hbrido con lo menos bueno de ambas versiones. No obstante, del primer gol milanista no se puede responsabilizar al modelo de juego elegido. No llega en una transicin mal defendida (como s ocurre en el segundo). Sencillamente llega y se encaja. La revisin del partido permite ver que ese primer tanto del Milan no modifica en nada el partido ni las actitudes. No es cierto que el Bara se descomponga.
13.- Los parmetros se mantienen. S, el Milan se percibe ms feliz con el marcador pero los movimientos de uno y otro continan siendo idnticos: el Bara se protege partir del cuero y el equipo de Allegri mantiene su acorden. Por expresarlo con otro ejemplo: Valds sigue sacando en largo.
14.- S hay un atisbo de cambio, pero no da tiempo para comprobar si habra significado algo relevante. En el minuto 78, Alexis se sita de '9', baja un baln con el pecho entre Mexs y Zapata y provoca una falta al borde del rea. Treinta segundos despus, Jordi Roura le ordena de manera vehemente situarse como delantero centro. Veinte segundos ms tarde, en un fuera de banda mal sacado, mal continuado, mal defendido y peor cubierto, el Bara encaja el segundo gol y entonces s, entonces vemos un Bara que ha perdido la calma: le han roto los planes del 0-0 y en ese momento ni es lo que fue, ni es lo que estaba siendo. En ese momento, el Bara s pierde el norte, pero no antes.
y 15.- Remontar? Solo es posible desde tres parmetros: frialdad emocional (la adrenalina siempre asesina al Bara); la autocrtica en el vestuario; y las adecuadas decisiones tcnicas y posicionales. El rival que tendr enfrente jugar exactamente igual que ayer, as que el remedio est exclusivamente en manos del Bara, un equipo que lleva ocho aos (salvo en 2012 con el Bayer Leverkusen) padeciendo horrores en el enfrentamiento de octavos de Champions, una competicin mucho ms competida e igualada de lo que aseguran los medios de comunicacin espaoles.