El movimiento de un maestro 1b4p2j

Carrasco, s, pero Simeone. Sobre todo Simeone. Porque si el belga protagoniz la agnica carrera con disparo posterior que sirvi para que el Atltico cerrara la victoria en inferioridad numrica fue simple, lisa y llanamente porque su entrenador le acababa de poner ah, en punta, un minuto antes. Desde la expulsin de Savic y hasta ese momento se haba desempeado la escuadra local con Correa como referencia y el belga escorado a banda en el 4-4-1, pero algo vio El Cholo que le impuls a tirar un enroque decisivo.Pulcros como somos, acabamos de comprobar que para la Academia enrocar es un movimiento defensivo, pero, comprensivos como son, seguro que ustedes nos entienden.

Haban pasado muchsimas cosas hasta ese momento, pero el resumen pasa por ah: por un Atltico en ventaja mnima y con diez, expuesto al accidente final que no haba merecido el Mlaga, pero que en todo caso tena a tiro. Fue entonces cuando Sal la puso en largo y cuando Carrasco fue ms veloz que nadie. Al menos en la arrancada, porque, quizs falto de fuelle ya, despus dio la impresin de armar el disparo a demasiada distancia. Como lo ajust cerca del palo y lejos de Kameni no habr quien se lo reproche, pero la sensacin era sa, qu quieren ustedes que les contemos. El tcnico festej dndose golpes en el pecho. Tan suyo era como del 10.

Y as amarr el Atltico por fin un partido que debi amarrar mucho antes y en el que a Estrada le result tan sencillo tirar de roja con un rojiblanco como a su colega Munuera una semana antes. Si la primera de Savic era dudosa, sobre la segunda no hay duda alguna: el resbaln del montenegrino no mereca cartulina, mucho menos si sta supona expulsin. Camacho aprovech el desconcierto local para conseguir el segundo del Mlaga cabeceando un baln parado, suerte en la que el equipo del Cholo va de mal en peor: de hacer muchos pas a no hacer ninguno, de no hacer ninguno ha pasado a encajar unos cuantos. Quedaba media hora y el partido estaba en el alambre, pero lo cierto es que la aparicin de Tiago sent mucho mejor al Atltico que la de Duda al Mlaga. Fue cuestin de controlar y de esperar a que Simeone diera la puntilla. Simeone, s, al que algunos reprochbamos los cambios de Sevilla: como suele suceder con este tipo, y con perdn, ahora toca envainrsela.

Lo de Kon antes fue un festival, todo sea dicho. El central del Mlaga tuvo muchsimo que ver en la amplia ventaja con la que el Atltico dominaba el lance apenas cumplidos 25 minutos del mismo. Por activa y por pasiva, porque si en el 1-0 observ el control y el disparo de Carrasco sin considerar necesario oponerse a los mismos, en el 2-0 directamente devolvi al corazn del rea blanquiazul una pelota que se alejaba del mismo: luego Camacho se la dio a Gameiro en el afn por quitrsela a Griezmann, pero no puede responsabilizarse al pivote del desaguisado generado por su compaero.

El Atltico se haba limitado a poner cara de malo, pero con eso le haba servido. Con dos de ventaja y Oblak bajo palos cundi la sospecha de que ya no haba partido, pero en stas cay lesionado Gaitn, que antes de marcharse hizo una falta lateral de la que todo el mundo, incluido el esloveno, esperaba servicio al rea. Sandro, pcaro l, la puso en la escuadrita. Luego tendra un par de ellas semejantes y el portero dio un paso atrs, lo que demuestra que, ms all del maravilloso golpeo del canario, pudo haberlo dado en la anterior. Ni siquiera esa diana sirvi para que el Mlaga llegara al descanso metido en el partido, porque poco antes del mismo Griezmann tir del ms difcil todava para, asistiendo con la cabeza y de espaldas, convertir un pase largo de Filipe en gol de Gameiro.

Ese doblete de Kevin estuvo a punto de convertirse en hat-trick en los albores del segundo acto, pero el ariete francs pagara involuntariamente los acontecimientos posteriores: la exagerada expulsin de Savic provoc la aparicin de Lucas por Griezmann y la diana posterior de Camacho tuvo como consecuencia el cambio de Tiago por el mencionado Gameiro. Fue entonces cuando Correa se convirti en referencia por un rato, fue entonces cuando el Mlaga exhibi de forma cruda toda su impotencia. Y en stas decidi Simeone, y en stas corri Carrasco. El 10 resolvi con diez para un Atltico que nunca se abstiene.