Dichosos bolsillos 346o6m

Es un gesto hasta cierto punto comn el de echarse la mano al bolsillo, a ver quin no lo hace unas cuantas veces al da. Que si las llaves, que si la calderilla, que si un caramelo... Luego queda al libre albedro de cada uno sacar a la luz lo que escondido andaba, porque si un compadre se adelanta y paga las caas las moneditas se quedan donde estaban, que ya ser la prxima la que corra a mi cuenta. Los rbitros, que la parrafada anterior versa sobre los mismos, aunque no lo parezca, llevan en los bolsillos tarjetas. Una amarilla y una roja, concretamente. Y con ellos (los bolsillos) y con ellas (las tarjetas) hacen lo que les place.

Hay quien tantea all simplemente para ver si las susodichas siguen en su sitio, que sa y no otra era la intencin del muchacho de Zambia que conocimos el domingo, pero tambin hay quien se considera obligado a dar continuidad a cada gesto que haga, vase Estrada Fernndez ayer a orillas del Manzanares. Lo que vimos los pobres mortales fue a un chico del Guijuelo pidiendo amarilla por una falta. "Quieres amarilla? Amarilla tendrs", pens el colegiado. "Pero para ti", aadi prfido. As que mano al bolsillo y tarjeta... que era la segunda. A la calle apenas superada la media hora de partido. Unos tanto, otros tan poco. El central que ustedes imaginan debi partirse la caja si es que atendiendo a la cuestin estaba, cosa que por otra parte nos permitimos dudar.

Despus del penalti que le pitaron en la ida el Guijuelo ha ido servido con los arbitrajes de Primera, pero conste que si incidimos tanto en lo que fue una ancdota, triste pero ancdota, viene a ser ms que nada por propia incompetencia, la de no saber qu contar sobre un partido que no lo fue y en el que el Atltico certific lo que ya era un hecho desde que se pase por Salamanca, lase su clasificacin para octavos. Para cuando se produjo la expulsin de Ral Ruiz, que a todo esto ni siquiera habamos sealado a la vctima, el equipo de Simeone ya haba firmado tres dianas. Iban cayendo con cuentagotas, sin especial inters de unos, sin especial oposicin de los otros. El primero correspondi a Gaitn despus de que Thomas peleara la pelota; el segundo lo firm Correa recogiendo un baln que haba despedido el larguero y echando un buen rato en el rea sin que nadie considerara conveniente encimarlo; el tercero, por fin, fue para el reconvertido Juanfran, cuyo viaje del mediocampo a la defensa podra tener ahora billete de vuelta. Antes del descanso an cay el cuarto, con Torres al quite de una carambola entre defensas visitantes.

A ver quin le quita al Guijuelo, eso s, el gustazo de haber ganado con uno menos un parcial en el Caldern. Porque la infame segunda parte local se tradujo en un 0-1 a mayor gloria de Hctor y Pino, el primero al pase, el segundo al cabezazo, que fabricaron un seor gol. Simeone haba sacado la probeta y andaba experimentando: que si el entraable Cerci al csped por aqu, que si tres centrales por all, que si Gimnez como mediocentro por acull... lo mejor, en todo caso, fue el doble cambio que hizo para, con la eliminatoria absolutamente resuelta, meter a Carrasco y Gameiro: se trataba, simplemente, de que Gaitn y Correa llegaran al avin con destino Buenos Aires, que despegaba a medianoche y en el que tambin viaj el propio Cholo. Toca descanso, pues. Feliz Navidad para todos!