Ni ms... ni menos 2a2w3v

Simeone meti a Gimnez por Griezmann a punto de cumplirse dos de los tres minutos de prolongacin que luego fueron cuatro, incluida una falta que Joaqun puso en el rea local, que no encontr rematador y que agot las reservas de desfibriladores. Simeone meti a Gimnez por Griezmann, a lo que vamos, que enseguida tiramos por los cerros de beda, bonita ciudad sa, y con ese cambio quiso perder el escaso tiempo que restaba para mantener un 1-0 que otra vez se antoja excesivo premio para el Atltico: as sobrevive este equipo a da de hoy, achicando agua de una nave que se escora de forma peligrosa, pero que de momento no llega a naufragar.

Como la muchachada rojiblanca dej su portera inmaculada, lo sencillo es tirar de tpico: defienden como nadie, tienen oficio, saben sufrir... Pues no, tampoco. Son muchos los momentos del partido, quin les ha visto y quin les ve, en los que se limitan a hacer sombra al rival: cerquita de l como manda el mster, pero sin atosigar demasiado, no vaya a importunarse el de la verdiblanca. As que, con el Atltico entregado a la suerte de la contra, el Betis se permiti la posesin, la combinacin y el disparo: hasta seis veces entre los tres palos, todas ellas a mayor gloria de Moy. Cinco, por cierto, correspondieron a Rubn Castro, cuya municin result ayer de fogueo.

El gran problema local, en todo caso, pasa por el centro del campo. Ni Gabi, ni Koke, ni Sal. Que son los que estn, dicho sea de paso. No hay construccin que se precie. El segundo de los mencionados arranc por el medio y su equipo dibuj diez minutos notables, pero eso fue lo que dur el gas de la gaseosa. A la que Ceballos se hizo con la pelota, poco ms hubo que discutir. El problema visitante es que en el tramo mencionado haba llegado el gol, ms all de que fuera un accidente esa asistencia de Donk a Gaitn, entre otras cosas porque Donk es jugador del Betis y Gaitn jugador del Atltico. En lo del primero conviene insistir porque, reconozcamos nuestra ignorancia de una vez, a los que no estamos en el da a da cualquier alineacin verdiblanca nos suena esta temporada a galimatas: Piccini, Durmisi, Pezzella, Brasanac... por apellido podra jugar Vrsaljko y no nos extraara un pelo.

No hay que fiarse de las apariencias, en todo caso: los dos primeros oficiaron un partido potable por sus bandas, ms fiables hacia adelante que hacia atrs. El italiano, concretamente, perfor la zona que deban tapar entre Koke y Gaitn, lo que aliment inmediatamente en el Atltico esos debates eternos que duran lo que dura un fro invierno: debe jugar el 6 en el doble pivote? debe ser titular el 23? Simeone alter mil veces el tablero buscando el jaque, primero con las piezas que ya tena, despus con las que haba dejado en la caja, pero eso ya fue en la segunda parte, cuando se acentuaba la angustia que deja un partido sin cerrar.

Luego est lo del crner, que tiene al personal echando humo. Entre los que se ponen cortos y los que ni siquiera llegan a ponerse, dos en la segunda parte, el Atltico casi se plantea que saque el rival, que a l le da la risa. Es cierto que en Eibar hubo premio hace una semana, pero la primera consecuencia que ha dejado aquel gol es la insistencia en una suerte, la de tocar en corto desde la esquina, que ayer provoc ms de una contra btica. Todas las conduca Ceballos, todas las culminaba Castro, a todas echaba el lazo Moy.

Fue curiosamente en los ltimos minutos cuando menos apuros pas el equipo del Cholo, entindase que la falta a la que se aludi en el primer prrafo es la excepcin que tiene toda regla: hubo cierto arranque de orgullo local, hubo cambios verdiblancos que no sentaron del todo bien al equipo, hubo prdida de fuelle por parte de Ceballos... hubo una mezcla funesta para el Betis y que dej la cosa como estaba. Con el gol de Gaitn. Ni ms... ni menos.