A meterlos ya no llega Oblak 3o3gh

Cualquier da de estos le caer una bronca a Oblak. Por no meter un gol, se entiende. Puestos a pedir... Mientras ese da llega, en todo caso, el Atltico debera atender a dos cuestiones: a que su portero le salva de males mayores en demasiadas ocasiones y a que sus delanteros no estn ni se les espera. Porque las que sacaba el esloveno antes cobraban sentido a la que la meta el francs. Pero ahora al francs le cuesta, no digamos a los dems, y Simeone tira por la calle de enmedio: Antoine a la ducha con casi media hora por jugarse. En Legans y con 0-0 en el marcador. Una decisin que trascender al partido, escrito sea sin nimo de ponerse estupendos.

En realidad casi todas las elecciones del Cholo resultaron llamativas. Para empezar tiene un problema ah adentro. Porque por definicin sorprender consiste en pillar desprevenido al otro, as que hay una tremenda contradiccin entre que l prepare un dibujo sorprendente y que los que le rodean lo repartan inmediatamente entre los premiados. As pasa: para cuando llega el partido, al rival le ha dado tiempo a leerse un par de manuales sobre el tema. Que consista en desempearse con tres centrales, por lo visto. Con baln, eso s, porque sin l Sal se meta atrs como cuarto zaguero. El invento, ya sobre el pasto, no era para tanto.

El muchacho tiene pulmones para eso y para ms, pero se antoja excesivo pedir al menor de los guez que sea a la vez lateral para defender, centrocampista para sacarla y delantero para llegar. Debe haber momentos en los que directamente pierde la nocin del espacio. Definitivamente la multiplicacin de centrocampistas no sirve para aclarar las jugadas, y, con Thomas y Gabi por duplicado, con Correa perdido en banda, superar lneas como las plantadas por Garitano depende para el Atltico casi exclusivamente de Koke. Y no era la noche del 6, entre otras cosas porque no todas pueden serlo.

El Legans propuso un partido spero y el Atltico acept encantado. Casi todo resultaba desagradable y se jugaba por acumulacin, as que all donde fuera la pelota aparecan unos cuantos futbolistas del equipo que no la tena para recuperarla... y recibir a su vez la visita de unos cuantos futbolistas del equipo que la haba perdido para recuperarla. Hasta el infinito y ms all. Ms all de un baln que le cay encima a Vietto en el primer crner del partido, estara bueno que fuera a rematarlo l, el balance al descanso quedaba en una ocasin por barba: Beauvue se adelant a Godn para rematar fuera, Cellar sac el latigazo de Sal! tras maniobra de Correa. Y ya. Mucho barullo, mucha falta, mucho gesto... poco ftbol.

Tambin es verdad que a estas alturas no llama la atencin un 0-0 rojiblanco al descanso. Los partidos ligueros del Atltico se juegan en 45 minutos, los que tiene la segunda parte, porque corra agosto la ltima vez que hubo gol antes del entreacto en uno de ellos. Result curioso, planteado as el asunto, que el primero que atacara el partido fuera Garitano, incluyendo a El Zhar en el puesto que antes era de Brasanac. El marroqu dio enseguida la razn a su entrenador, con dos diagonales desde la derecha que requirieron los servicios de Oblak. Extraordinarios en el caso de la segunda, que buscaba la escuadra pero que fue descolgada de ah por la manopla del muchacho.

No se sabe bien qu pintaba all, pero Godn apareci luego en el rea local para peinar una pelota que requiri la estirada de Cullar. La accin demostraba que el Atltico segua en Butarque, aunque no lo pareciera, y demuestra que esta crnica hasta ahora haca de menos las tambin sensacionales prestaciones del Pichu cuando fue exigido. Poco, las cosas como son, pero bien resuelto. El equipo de Simeone pasaba por minutos de lo malo a lo peor.

Entraron Carrasco y Torres, pero fue para ms de lo mismo. Entr Vrsaljko para ponerse en la izquierda por fin, pero apenas se repar en su presencia teniendo en cuenta que el sustituido era Griezmann. Entr Amrabat, por cierto, y en diez minutos cre ms peligro que todo el banquillo visitante. Oblak en un lado, la calamidad en el otro: no habra goles as durara el partido toda la noche. Mira que no meterlo el bueno de Jan...